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EXTREME WINTER CAMP 10° ANIVERSARIO

EXTREME WINTER CAMP 10° ANIVERSARIO

El último fin de semana de enero de este 2023 tuve la fortuna de impartir por décima vez y junto al campeón mundial Sensei Sacha Décosterd, la 10° edición del Curso de Invierno Extremo de Karate Kyokushin celebrado en los Alpes suizos.

Este aniversario ha sido apoyado por 60 participantes de 13 clubes venidos de 6 países europeos (Suiza, España, Francia, Bélgica, Polonia y Dinamarca) entre los que se encontraban algunos de los mejores competidores mundiales, así como maestros de alto renombre internacional, que no han querido perderse este evento que se ha consolidado en estas diez ediciones como uno de los cursos avanzados de Kyokushin Karate de mayor exigencia física y psicológica de los celebrados en Europa.

El Extreme Winter Camp se celebró en la localidad alpina de Finhaut, en las estribaciones del Mont Blanc, durante tres días, donde se impartieron entre 4 y 5 entrenamientos diarios de técnica, kata, kumite, condición física y resistencia mental, pruebas propias de la exigencia característica de la modalidad de Kyokushin Karate, en un entorno natural con hasta 12 grados bajo cero.

Quiero agradecer a Sensei Décosterd el reconocimiento que me brindó por estas diez ediciones del Extreme Winter Camp.

Afrontar el Extreme Kyokushin Winter Camp requiere de una alta autoexigencia propia de una épica que a veces se olvida en nuestra sociedad actual. El objetivo de esta iniciativa, desde hace tantas ediciones, es crear una sociedad fuerte y mejor.

 

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Promoción a 6° dan, Rokkudan

Promoción a 6° dan, Rokkudan

El sábado de Noviembre tuve el honor de ser graduado con el cinturón negro 6° dan de Karate Kyokushin de World Independent Budo Kai otorgado por el Comité Ejecutivo de WIBK formado por Kaicho Bernard Creton, Kancho Claudio Alessi y Hanshi Konstantin Bely.

El acto se llevó a cabo en la localidad de Coppet (Ginebra-Suiza) durante la celebración de la Copa del Mundo de Budokai WIBK.

Además, se graduó con el 4° dan a Sensei Sacha Décosterd, vigente campeón europeo de Kyokushin y vencedor de la copa del mundo de All Round One Match, quien superó el Goju Nin Kumite.

También se reconoció con 4° dan la trayectoria marcial de Sensei Antonio Sanhueza, Representante Nacional de WIBK para Chile, además de promocionar a 1er dan a su estudiante Senpai Vicente Cifuentes.

El 6° dan es el primero de los grados Yin (espirituales).

Se basa en el conocimiento de los demás, tras haber superado los grados físicos (yang) que exploran el interior del practicante.

ROKUDAN 6º DAN

Elemento Tierra Yin.

Elaboración.

Principios básicos a nivel espiritual. A través de la conducta de los demás es capaz de buscar respuestas que le llevarán a buscar sabiduría.

Refuerza la tradición como lo más importante.

Leer más: https://kyokushin-sipr.webnode.es/kwf/progresion-kyu-dan-/

Cada grado supone una nueva responsabilidad en el desarrollo del Budo Karate, agradezco la confianza que el Comité Ejecutivo de WIBK ha depositado en mí para afrontar esta nueva tarea.

Osu!

 

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El poder del pensamiento único

El poder del pensamiento único

El célebre Daimyo Yamamoto Tsunetomo, autor del Hagakure, escribió:

“El pensamiento único es el más potente”

La idea de pensamiento único tiene connotaciones diferentes en nuestra Europa actual, que en el Japón de la era feudal.

Esta idea, en Europa, fue desarrollada en su origen por el filósofo Arthur Schopenhauer, y posteriormente Ignacio Ramonet y otros aplicaron el concepto al tipo de desarrollo social, propio de la izquierda, basada en una pirámide tecnocrática de jerarquía social.

El concepto moderno, según Schopenhauer, es el de aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, de modo que constituye una unidad lógica independiente. Posteriormente, esto fue redefinido por Herbert Marcouse como pensamiento unidimensional, como crítica a un pensamiento global dirigido hacia unas características sociales determinadas, y en relación a las élites dominantes que no permiten la diversidad de pensamiento, la negación y la crítica.

El término, en el concepto del Budo, tiene cierta relación en cuanto a varios aspectos relacionados con la orientación del pensamiento comunitario, y se caracteriza por un concepto diferencial, esencial e individualista; en Budo, el pensamiento único, trata de la detención y control del pensamiento propio.

Un pensamiento único, o unificado, en el que todos los miembros de la comunidad cooperan por un objetivo común, es en efecto, potente y valioso. Otra cosa, es que la idea del pensamiento común tenga un fin moralmente reprobable o sea socialmente válido.

En este sentido, se entiende que la diversidad de la sensibilidad humana considera como positiva su finalidad. Es decir, si todos entendemos que el reciclaje y el cuidado de la naturaleza es un elemento de valor para nuestro desarrollo social, ese pensamiento único ayudará a que todos los miembros del grupo social contribuyan positivamente al cuidado del medio ambiente. Si por el contrario, una parte del grupo social considera que otra de las partes es el origen de los problemas de su civilización y merecen el exterminio, ese pensamiento único aprobará atrocidades como el Holocausto promovido por Adolf Hitler en la Alemania Nazi.

Es necesario, por lo tanto, apoyarse en valores universales aprobados por toda la comunidad, de tal manera que puedan ser ratificados por los componentes de todo el espectro social, y aun en distintas generaciones, como por ejemplo la Declaración de Derechos Humanos.

Convencionalmente, la práctica de las Artes Marciales -entendiendo cada dojo como una pequeña sociedad compuesta por una pirámide jerarquizada con un objetivo de desarrollo personal y cuidado de la sociedad-, se nutre de los valores propios de Budo, recogidos en siete virtudes en la obra de Inazo Nitobe, Bushido, escrita como compilación de la tradición Samurai: Benevolencia, Valor, Humildad, Lealtad, Respeto, Honestidad y Rectitud.

Además, cada escuela se nutre de su propio sistema de valores, en el caso de Kyokushin, el lema es:

Cabeza baja (humildad), ojos altos (ambición), boca cerrada (respeto) y buen corazón (amor filial), Los padres son el punto de partida.

Junto con un conjunto de promesas de participación recogidas en el Dojo Kun, que expresan los compromisos de los participantes con el fin de mejorar su carácter a través del entrenamiento: entrenamiento constante, atención a las enseñanzas, abnegación, cortesía, humildad, sabiduría, fuerza; y en resumen, comprender el verdadero significado del camino marcial a través de la práctica.

Este pensamiento único de toda la comunidad promueve un sistema de valores fuerte y unificado, que tiene como fin avanzar hacia la paz mundial.

Por otra parte, en el contexto en que se escribió el Hagakure, propio de la mentalidad y filosofía Budista, el pensamiento único supone una mirada hacia el interior del individuo.

En la práctica del Karate el pensamiento único está bien definido por el Kime, fuerza fisico-mental de determinación hacia un objetivo. También Kiai la unificación de la energía físico mental exteriorizada mediante un grito.

Todos tenemos tendencia a un pensamiento que divaga en muchas ideas a la vez. De manera natural, nuestra mente tiende a funcionar de forma automática, permitiendo que estos pensamientos circulen libremente, sin filtro, como pelotas de pin-pon rebotando dentro de nuestra cabeza. Lo que provoca “pensamientos rumiantes”, que nos llevan inevitablemente a detenernos en las emociones más duras, tendentes a provocar un estado de estancamiento emocional: dolor, ira, tristeza, melancolía, miedo, rechazo… Obviando, a su vez, aquellas que resultan más atractivas de digerir: alegría, ilusión, esperanza, optimismo…

Los sistemas de alerta de nuestra mente se alteran ante la presencia de las emociones que provocan alarma, ya que naturalmente estamos diseñados para ocuparnos de las situaciones críticas en primer lugar. Sin embargo, tendemos a confundir esta alerta con un rechazo a las demás sensaciones, ya que las emociones consideradas positivas suelen corresponder a proyectos de presente y futuro, mientras que las negativas se alimentan del pasado; de lo ya experimentado de alguna manera, y que rechazamos; o de previsiones pesimistas para el futuro en base a este aprendizaje, que pueden ser reales o propias del prejuicio ideológico. Es decir, el miedo a la muerte no está alimentado por la experiencia real, sino por el prejuicio natural a ella, ya que nadie la ha experimentado realmente en varias ocasiones y ha aprendido en base a sensaciones reales empíricas.

Podemos imaginar que nuestras emociones son como las olas del mar, y nosotros somos un surfista.

Obviamente todas las olas que vengan van pasar por nosotros y de alguna manera, las vamos a experimentar, pero nosotros elegiremos la más conveniente a nuestro fin para surfearla.

No quiere decir que evitemos las que no nos convengan, tan solo las dejamos pasar, para que se rompan en la orilla.

Los surfistas experimentados, son capaces de atravesarlas navegando o sumergirse en el agua para no ser arrastrados por la ola que no desean. Esto mismo se hace con las olas emocionales mediante técnicas de distracción. La emoción seguirá estando, pero cada vez se irá más lejos hasta desaparecer. Para ello, empleamos meditación; unificamos el pensamiento y lo paralizamos; para posteriormente centrarnos en la emoción más conveniente.

Otra técnica de entrenamiento es temporalizar las emociones, no permitiendo que una misma emoción nos invada por más de 10 minutos.

Durante esos diez minutos, en los que se pasa por las diferentes fases de la experimentación y reconocimiento de la emoción, hay que buscar estrategias de distracción. El fin es encadenar la emoción con otra nueva más liberadora, que permita que podamos dejar pasar esa “ola” que nos está reteniendo dentro de una emoción no deseable, y escoger otra más “sobrellevable” que distraiga el pensamiento.

No podemos luchar contra las olas del mar, ya que la fuerza de la naturaleza es inevitablemente más fuerte que nosotros, pero podemos aceptar sus condiciones con amabilidad: ¡Ningún surfista está obligado a lanzarse al mar! Lo hacen por disfrute y conexión con la naturaleza.

Durante el entrenamiento diario en Kyokushin Karate, podemos entrenarnos en esta práctica desde el mismo inicio de la sesión. Sentados de rodillas, en una postura ligeramente incómoda (seiza), aceptamos con amabilidad y dignidad esa posición, que nos mantiene en una cierta tensión que recibimos como una alerta de nuestros impulsos, bajo el propósito de unificar el pensamiento en la práctica rigurosa del entrenamiento. No luchamos contra el dolor, lo aceptamos, y nos servimos de la respiración profunda para tal fin.

Incluso el momento en que llega la hora de ir al dojo y nos invade una emoción de pereza: preparar el karategi y la mochila, salir de casa, cambiarse… el propio proceso ritualizado de doblar adecuadamente el karategi y el obi (traje de práctica y cinturón) se pueden convertir en un ejercicio de distracción para dejar pasar esa emoción. Ritualizar esta práctica, mientras nos alimentamos de las emociones positivas vividas en relación con su uso, nos pueden animar a acudir al entrenamiento (keiko) para mejorar un día más.

El sentimiento de dignidad que ofrece el ritual nos compromete también con la práctica, ya que le aporta valor y profundidad.

Este sistema de preparación de la vestimenta, fue ritualizado por los antiguos samuráis del periodo Edo. La forma de realizar la lazada de la hakama (falda-pantalón propia de los samuráis), era usado como un periodo de meditación para centrarse en la aceptación de la muerte y la frugalidad como forma de vida.

Atención plena. La mente del samurai

Las terapias relacionadas con el Mindfulness (atención plena) que se basan en la meditación budista y en el estoicismo clásico, hablan de tres tipos de mente: Mente emocional, racional y sabia, según el tipo de estado por el que nos dejemos guiar.

El concepto de “mente sabia” fue desarrollado en 1993 por Marsha Linehan en su terapia para el tratamiento de las personas diagnosticadas de trastorno límite de la personalidad: la terapia dialéctico conductual. Esta terapia tiene entre sus objetivos la regulación del afecto, el aprendizaje de habilidades y la aceptación del cambio como algo inherente a la vida.

Cuando nos encontramos en el uso activo de la “mente emocional”, percibimos lo que nos pasa en función de lo que sentimos en ese instante. Si nuestras emociones son muy intensas, podemos distorsionar la interpretación que hacemos de las situaciones y de nuestras circunstancias y actuamos «en caliente». Pero, también, podemos encontrar la motivación, la pasión y la energía que necesitamos para alcanzar nuestras metas, para ayudar a los demás o para sobreponernos a las dificultades.

Por otro lado, cuando se activa nuestra “mente racional”, observamos nuestra vida desde la lógica y el empirismo. Nos centramos en los hechos y en la razón, dejando aparcadas las emociones, y actuamos «en frío». Este estado nos permite llevar a cabo planes, seguir instrucciones, dirigir equipos y tareas, etc.

Ambos estados tienen sus funciones y beneficios. Por ello, aunque a veces podamos anhelar desactivar alguno de ellos, necesitamos tanto de la razón como de la emoción para vivir. Nuestro objetivo último es el de integrarlos, utilizando la «mente sabia», y aunque no logremos mantenernos en este estado continuamente, si lo logramos, conseguimos cierta distancia del problema a resolver (maai) para verlo con lucidez, encontrar soluciones o al menos relativizar su gravedad.

La definición que el teólogo y filósofo catalán Joame Balmes dio en el siglo XIX al respecto es:

“La razón es fría, pero ve claro; darle calor y no ofuscar su claridad; las pasiones son ciegas, pero dan fuerza; darles dirección y aprovecharse de su fuerza.”

En el libro “La meditación del guerrero”, el autor y artista marcial Richard L. Heigth explica el tipo de mentalidad que, en el mundo actual, con su estrés y rapidez, deberíamos adoptar del antiguo mundo samurai:

“Debemos imaginar un campo de batalla con solo samurai rodeado de múltiples oponentes que intentan matarlo.

La atención de cualquier novato salta de un oponente a otro en un ansioso intento de defenderse.

Tal intento cansa pronto al guerrero, que será derrotado.

Un guerrero experto dirige su atención de manera uniforme en todas las direcciones. Pero aun y así, experimenta ansiedad mientras planifica mentalmente su estrategia. Su pensamiento y su ansiedad pueden ser su perdición si sus oponentes son verdaderamente hábiles.

La atención de un maestro samurai, al igual que la del guerrero experto, se reparte uniformemente, pero él permanece tan tranquilo como la superficie de un lago en calma, sin tener una idea predeterminada de cuales pueden ser sus acciones. Su cuerpo elegirá la acción correcta sin un solo pensamiento.

Necesitamos que nuestras acciones, en un mundo tan apresurado, fluyan desde la profundidad de la consciencia. La meditación ayuda a expresarse de forma natural.”

La forma natural de combate, contra uno o varios oponentes, al igual que en el enfrentamiento con la propia existencia, es aceptar las diferentes situaciones como las acepta el agua, adoptando la forma de su recipiente y buscando la salida en forma de movimiento y cambio. Si no encuentra una grieta para seguir su curso, se evaporará, pero siempre buscará la salida de una forma creativa, de lo contrario se estanca, enferma y muere. El agua acepta y entiende el cambio. Y nosotros somos agua.

En sus enseñanzas Buda no entiende a los humanos como formas fijas o estáticas, sino que nos describe como un serie de cinco procesos cambiantes: Procesos del cuerpo físico, de los sentimientos, las percepciones, las respuestas y el flujo de conciencia que los experimenta a todos.

Nuestro sentido del Yo surge por el apego e identificación con uno de estos procesos. Nos podemos identificar con nuestro rol social, con nuestros deseos, con nuestro deber, con nuestros sentimientos o incluso con nuestra situación económica, eligiendo arquetipos que nos protegen como una armadura. Sin embargo, estas armaduras nos pueden llegar a ahogar y convertir nuestra identidad deseada en una tumba en vida hecha del prejuicio y falsa identidad, provocando miedo a la pérdida y la derrota.

Si acepto que ese no es mi mundo, y que puedo ser nada y todo a la vez, superando mis propias barreras, podré adoptar un pensamiento flexible y creativo, sin necesidad de anclarme en emociones que no me permiten fluir con mi propia corriente.

Toda evolución positiva pasa por la aceptación amable del cambio. Y esta evolución debe estar dirigida por un pensamiento unificado, una voluntad de pensamiento único hacia la liberación personal.

 

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Karate y la gestión del miedo

Karate y la gestión del miedo

“Sin valor no hay prueba, sin prueba no hay confianza, sin confianza no hay respeto” (Mas Oyama)

Al comenzar esta reflexión es conveniente definir las diferencias entre miedo, riesgo e incertidumbre, y saber contra qué podemos luchar y qué elementos podemos anular o al menos aminorar.

Cómo las Artes Marciales nos ayudan a combatirlos es una pregunta con múltiples respuestas, que pasan desde acercarnos a situaciones de estrés, hasta generar conexiones neurológicas para crear actos reflejos eficientes, o saber reconocer riesgos que podemos o no asumir.

Las conexiones neurológicas con respuestas eficientes son creadas por la repetición sistemática de movimientos preestablecidos (kihon y kata). El combate nos lleva a situaciones de estrés donde nos familiarizamos con ciertas emociones, otorgando respuestas previamente estudiadas y aplicadas en múltiples ocasiones.

Aunque es verdad que una situación de riesgo real es diferente a una controlada en la competición, lo cierto es que en los combates deportivos, y más con normativas de full contact, se pueden identificar situaciones similares a las del combate real, además de acostumbrar al competidor a superar el miedo a la angustia de la exposición, humildad ante la derrota y el éxito, miedo a no conseguir el resultado deseado tras la preparación, etc.

Vamos a definir los conceptos de miedo, riesgo e incertidumbre, y posteriormente haremos un análisis aplicado a la práctica:

Miedo:

“El miedo es una emoción que tiene una función adaptativa, ya que impide que nos arriesguemos en situaciones en las que podríamos salir heridos. Nos ayuda a movilizarnos frente a circunstancias amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar, asumir o afrontar el riesgo de manera adecuada”

En esta definición se interpreta el miedo como una sensación propia de un aprendizaje previo, que identifica un riesgo, y que nos ayuda a disponer de una solución movilizadora que nos hará salir del peligro. Es decir, el miedo no es una emoción negativa, sino un estado de alerta.

Riesgo:

“El riesgo es la probabilidad de que una amenaza se convierta en un desastre. La vulnerabilidad o las amenazas, por separado, no representan un peligro. Pero si se juntan, se convierten en un riesgo, o sea, en la probabilidad de que ocurra un desastre.”

El riesgo se define aquí como una probabilidad, en que se suman dos factores: nuestra vulnerabilidad y la amenaza que nos acecha. El entrenamiento técnico, físico y mental puede aminorar nuestra vulnerabilidad ante ciertos peligros controlables e incluso podemos aprender a relativizar ciertas amenazas al estar acostumbrados a relacionarnos íntimamente con la gestión de la emoción y el reconocimiento del peligro físico y de las capacidades propias y ajenas.

Incertidumbre:

“Falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud.”

La incertidumbre es una falta de certeza sobre lo que pasará, esto crea una emoción (miedo) ante una probabilidad de desastre (riesgo).

En el entrenamiento de artes marciales, la convivencia con el riesgo, aplicando tácticas neuro-corporales eficientes, aminora la incertidumbre sobre las posibles respuestas a diferentes acciones.

A la incertidumbre se opone la determinación, que en japonés se traduce como kimeru; de donde proviene el concepto Kime, que muchos traducen como fuerza, y que en realidad es la decisión aplicada a la técnica, la cual confiere fuerza físico mental.

“Cada uno de nosotros tiene su cobardía. Cada uno de nosotros tiene miedo de perder, miedo de morir. Pero quedarse atrás es la forma de seguir siendo un cobarde de por vida. La forma de encontrar el coraje es buscarlo en el campo del conflicto. Y el camino seguro a la victoria es la voluntad de arriesgar la propia vida.” (Mas Oyama)

En esta ocasión expondré dos vivencias personales en las que puede sentir miedo ante la incertidumbre por un riesgo que parecía palpable, y sin embargo pude salir airoso con dos reacciones completamente opuestas, al poder medir mentalmente y en un breve periodo de tiempo, las posibles respuestas que pude obtener.

La primera situación sucedió en 2008 en un viaje que realicé a Túnez. En esa ocasión mi pareja y yo sufrimos un intento de secuestro. Seis personas nos rodearon, acorralaron e intentaron que inhaláramos por la fuerza algún producto químico impregnado en una tela para, probablemente, dormirnos y secuestrarnos, algo que pasaba habitualmente en esa época y en ese lugar.

El miedo ante un riesgo que era claro, me otorgó la certeza de que debía luchar o morir. No hubo mayor planteamiento que salvar la vida de mi novia y la mía propia. Apliqué a mis técnicas toda la fuerza destructiva y determinación que pude, tal como lo hizo también mi pareja, que era otra experimentada karateka, gracias a ello pudimos librarnos de nuestros agresores y salir corriendo hasta encontrar ayuda.

Esta fotografía toma un especial significado al saber que fue realizada por la persona que quiso secuestrarnos

He de decir que cometimos una serie de errores propios de la inconsciencia de la juventud, que nos llevaron a asumir una serie de riesgos tales como: fiarnos de un desconocido, explorar lugares que nos habían recomendado que no visitáramos, y no ser capaces de poner límites ante una situación que comenzaba a causarnos incertidumbre y miedo. Todo ello nos situó en un abismo del que sólo pudimos salir empleándonos a fondo con nuestras mejores técnicas de Karate, ensayadas incesantemente durante años, hasta que llegó la hora de aplicarlas como nuestras Goku-i (técnica infalible). Recuerdo haber lanzado un tsuki simple y limpio, con toda la seguridad de que sería definitivo (ichi geki hissatsu)

También, después de ese momento, comprendí por qué le denominamos entrenamiento a la práctica. Una vida de entrenamiento para ese último golpe, aplicado sin incertidumbre, y siendo consciente de que debía ser devastador para salir de una situación de riesgo absoluto.

La segunda vez donde tuve el mismo miedo ante una situación de alto riesgo, fue dos años después en Senegal, en la región de Casamance.

En esta ocasión, un guerrillero hizo que paráramos nuestra furgoneta y nos pidió que le diéramos víveres. Nuestro guía había preparado algunos paquetes con comida a tal efecto. Ya que era habitual que los turistas fueran asaltados por este grupo paramilitar independentista que combatían al ejército oficial senegalés en pequeñas acciones armadas, en una guerra civil, considerada como de baja intensidad.

Estos paquetes estaban guardados en un compartimento debajo de mi asiento, por lo que tuve que apearme del vehículo. En principio no fui consciente de que aquel militar pudiera ser hostil, pues pensé que era un soldado del ejército senegalés que estaba haciendo algún tipo de control. Bajé enérgicamente de la furgoneta, algo que aquel hombre sintió como una amenaza, y armó su metralleta apuntándome a la altura del pecho y gritándome en francés que no me moviera.

En ese momento, se apoderó de mí la misma incertidumbre y miedo que había sentido en Túnez. Sin embargo, el riesgo no era el mismo. Fui consciente de que el guerrillero dispararía si me movía, por lo que permanecí quieto como una estatua en una posición que no pudiera sentirse como una agresión.

En ese momento recordé algunas de las historias que me habían contado algunos chicos del centro de menores extranjeros no acompañados en que trabajo, y que por su proceso migratorio tuvieron que cruzar algunos países africanos encontrándose en situaciones similares. Ellos aseguraban que algunas poblaciones guerrilleras apuntaban o provocaban a los transeúntes, incluso arrojándoles las armas para que las cogieran, y en el caso de que presentaran defensa, e incluso que se viera que estaban acostumbrados a usar un arma, se entendía que podían ser soldados encubiertos, y otro individuo apostado en algún lugar oculto les disparaba.

Este conocimiento hizo acrecentar mis certezas sobre el riesgo a intentar cualquier defensa contra aquel hombre armado, que tan sólo quería nuestra comida y nada más.

Una vez calmado, el guía le entregó tres paquetes, algo más grandes que lo que ocupa un kilo de arroz, que el guerrillero cogió con una sola mano mientras no dejaba de apuntarme con la metralleta. Un niño de unos diez años salió de entre los árboles del selvático lugar, tomó los paquetes y se volvió a adentrar en la espesura de la selva.

Una misma emoción, el miedo, cultivado durante años gracias a los estímulos y preparación del Karate, provocó en mí reacciones opuestas en las que valorando los riesgos, puede establecer unas certezas a partir de la incertidumbre que a priori supusieron ambas situaciones.

En Túnez tenía la certeza de que algo fatal podía pasar, y me situé en lo peor, mi muerte y la de mi compañera. En Senegal cabía una alta posibilidad de supervivencia acallando el Ego, y limitándome a mostrarme calmado y frío ante una situación que no tenía por qué acabar en tragedia, ya que nacía de la necesidad de cobrar un peaje.

Han sido múltiples las situaciones de riesgo que he tenido que vivir a lo largo de mi vida, tanto por mis viajes, como por mi desarrollo profesional en centros de menores, en los que en ocasiones se pueden dar este tipo de incertidumbres ante amenazas, tales como ataques deliberados (armados y desarmados), pérdidas de control debido a ataques de ansiedad o a consumo de tóxicos, intervenciones en agresiones…

Controlar la emoción (Fudoshin) y el entorno en una situación de alerta (Zanshin) y medir el riesgo con el fin de minimizar la incertidumbre, permiten controlar el miedo para asegurar una situación que puede transformarse en cuestión de segundos, de una simple riña, en una agresión con un fin lamentable.

En ocasiones, además de los dificultosos desarmes, tanto contra ataques directos, como contra actos autolesivos (los comportamientos autolíticos suelen resultar más complejos si cabe) se dan también ataques múltiples, en mi experiencia hasta con siete personas a la vez estando sólo, y hasta con más de cuarenta, en equipo.

En una de las ocasiones recuerdo haber tenido que hacer una torre humana para inmovilizar a cuatro chicos mientras venían a atacarme.

Desarrollar una mentalidad fuerte, fría y basada en la certeza en el entrenamiento repetido en las rutinas propias de Karate, han ocasionado que haya salido ileso de todas ellas, incluso llegando a controlar a los agresores (incluyendo las agresiones múltiples) y lo que es más importante, pudiendo posteriormente desarrollar una intervención educativa con los agresores, lo que ha provisto un gran porcentaje de éxito en la reeducación de estos jóvenes.

El auto control basado en la serenidad, creando calma en medio del caos, ha permitido que incluso no haya tenido que recurrir a técnicas de atemi (golpeo) contra estos menores, limitándome a controles, retenciones y contenciones físicas legales.

Esta experiencia también ha logrado que a lo largo del tiempo pueda desarrollar ciertas estrategias relacionadas con la prevención y la contención emocional anterior a la contención física, con el fin de minimizar riesgos físicos (propios y ajenos), aprendiendo a identificar situaciones que pueden provocar caminos de “no retorno” en la gestión de la violencia, así como me ha permitido saber crear espacios de respiro para afrontar la intervención educativa en momentos de mayor eficiencia (“Luchar mañana”), lo que está íntimamente ligado con el control del Ego y la compasión; virtudes propias del Budismo, inherente al Bushido.

“Si tienes confianza en tus propias palabras, aspiraciones, pensamientos y acciones y haces lo mejor que puedes, no tendrás necesidad de arrepentirte del resultado de lo que hagas. El miedo y el temblor son propios de la persona que, mientras escatima esfuerzos, espera que todo salga exactamente como él quiere.” (Mas Oyama)

 

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Kobudo: Reportaje Tu dojo de Karate

 

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Entrevista en Radio KO

Entrevista en Radio KO

Ha comenzado recientemente un nuevo proyecto audiovisual dirigido por Sensei Raúl García Romero (Just Warriors) y Senpai Marc Vela (Tu dojo de Karate).

Radio KO (Radio Karate On Line) surge para dar voz a la comunidad del Kyokushin.

Estos son los vídeos de la promoción y entrevista que me realizaron.

Muchas gracias. Osu!

 

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SEIENCHIN: La belleza inmortal del Karate

SEIENCHIN: La belleza inmortal del Karate
Seienchin en el dojo del Santuario de Mitsumine (Japón) Shihan Iván Pérez Robles, 2009.

En el siguiente artículo analizaré desde distintas perspectivas una de las formas más bellas del arsenal técnico del Karate, Seienchin, que a su vez esconde una compilación de varios sistemas combativos que se remontan a cientos de años atrás y que, en el caso de Kyokushin, han seguido evolucionando en las propias formas de la escuela con la propia evolución de esta.

Se trata de un artículo encargado por mis amigos de Radio KO (Karate Online), Sensei Raul G. Romero (Just Warriors) y Senpai Marc Vela (Tu dojo de Karate), tras una hermosa conversación en su podcast.

Estado de la cuestión:

Nombre: Seienchin. Otros nombres del mismo kata son: Seiyonchin, Seiounchin, Seechin, Saipa.

Probables versiones anteriores: Zhi Yin Zhang, Sui Yi Jin.

Kanji:

Los Kanjis se leen como atacar, lejos, calmar. Sei En Chin

Significados posibles: Calma dentro de la tempestad, Tempestad en la calma, Atacar la retirada, Atacar a los rebeldes, Ojo del Huracán, Tirar, Tirar y desgarrar, Trece, Controlar y atacar en la distancia…

Origen: Llevado a Okinawa posiblemente por Kanryo Higaonna (Naha Te) en el siglo XIX. Parece ser que se conocía una forma más antigua (s XVI).

Fue desarrollado por Chojun Miyagi en la escuela Goju Ryu. Pertenece a la serie de los kata del tigre, que en la linea de Goju Ryu y Kyokushin son: Saifa, Seienchin y Seipai. Esta relación es debida bien a su origen común en las formas de Puño del Tigre de Fuzhou, o bien en las formas llamadas del tigre de otros estilos chinos.

Análisis: Es un kata eminentemente simétrico. Su práctica requiere una gran sensibilidad, y un buen conocimiento de sus cambios de ritmo, poniendo gran énfasis en la respiración mientras se ejecuta.

Su bunkai se basa tradicionalmente, en el contacto casi permanente con el adversario (Tegumi)

Origen para Kyokushin:

Mas Oyama aplicando una palanca de ne waza propia del sistema Seienchin contra Bobby Lowe

En Kyokushin ha ido variando desde los orígenes de la escuela, por lo que existen varias versiones similares.

Seienchin es por su evolución un kata entroncado en la línea sureña del Karate de Okinawa, Naha Te, compilada por Kanryo Higaonna (1853-1915) y desarrollada posteriormente por su principal sucesor, ya en el estilo Goju Ryu, Chojun Miyagi (1888-1953).

Chojun Miyagi, tiene como estudiantes en las islas principales de Japón, tanto al maestro japonés Gogen Yamaguchi (1909-1989) fundador de Goju Kai, como a su principal asesor, el coreano So Nei Chu (en coreano Cho Hyung Yu) (1907-2001).

En el año 1946, Masutatsu Oyama (1923-1994) conoce al maestro So Nei Chu e ingresa en el dojo Ritsumeikan, siendo en ese momento 4º dan de Karate Shotokan, decide reorientar su arte para seguir a este maestro de Goju Ryu, quien le ofrecía una visión más combativa y también espiritual y esotérica del arte marcial, más acorde con las necesidades del joven Mas Oyama.

Seienchin es uno de los kata superiores de la práctica marcial de Goju Ryu, Goju Kai y de Kyokushin Kai.

En referencia a los kata, en su libro Advanced Karate, Mas Oyama escribe:

…Las diferencias en las escuelas de pensamiento y en el punto de énfasis dan como resultado interpretaciones muy variadas, pero desafortunadamente, con demasiada frecuencia,las explicaciones pierden el verdadero enfoque y degeneran en espectáculo y calistenia.

Aunque ejecutadas bajo esta luz, las formas pueden parecer valientes y masculinas, carecen de valor práctico.

Frecuentemente todos los movimientos en tales formas son rectilíneos, cuando de hecho, como ya he explicado, la única forma efectiva de moverse es seguir la teoría del punto y el círculo…

Cabe destacar, que en la escuela Kyokushin, el kata ha seguido evolucionando entroncándose directamente con las distintas líneas que han surgido, creando variaciones en función de las necesidades y aprendizajes de los distintos maestros que los han estudiado, incluso en ocasiones retrocediendo a formas anteriores procedentes de Goju Ryu, bien por estudios de su bunkai, o bien por haber perdido la referencia fundamental de su práctica con la deportivización del karate propia de la segunda mitad del siglo XX y primera del XXI.

Shihan Iván Pérez Robles, Kyokushin WIBK

Evolución del sistema Seienchin.

En este sentido se debe aclarar que, respecto al origen chino, no parece que Seienchin sea una forma ancestral fija, sino más bien una compilación de una serie de estilos en una forma que puede que tenga varios antecedentes en Okinawa, incluyendo formas previas a Higaonna, que pudieron llegar a las Ryu Kyu.

Desde uchninadis (okinawenses) que viajaron a Fujian y estudiaron kenpo autóctono chino, colonias chinas establecidas en Okinawa o a la línea de Higaonna/Miyagi (pues no está claro si es un kata de Kanryo Higaonna o una recreación de Miyagi, a partir de formas previas y haciendo un homenaje a un método de entrenamiento y de lucha concreto y relacionado con el maestro chino de Fujien Ryu Ryu Ko).

Parece que los distintos investigadores del Karate están coincidiendo en entroncar el sistema Seienchin en una derivación de método Hsing-i Quan (Xing Yi Chuan) “Boxeo de la voluntad”. Se trata de un sistema bastante agresivo en cuanto al combate, que nace de la práctica militar en relación a la lucha contra lanzas.

En la lucha desarmada contra un elemento largo como la lanza, es fundamental acortar las distancias y trabar la línea recta con movimientos envolventes y explosivos.

Este tipo de práctica “explosiva” se hereda en los sistemas okinawenses con el nombre común de Kushami (estornudar), que explica de una forma bastante evidente la forma adecuada para el desempeño técnico.

La posición básica del estilo Hsing-i Quan es la denominada “posición de tres puntos” que conforma una triangulación entre el dedo índice, la nariz, y la punta del pie avanzado. Esta forma se asemeja a ciertos pasos de Seienchin, como Kokutsu dachi – Sasae morote uchi uke, y también Sanchin dachi- osae uke-Uraken oroshi uchi.

Posición básica de Hising I Quan

Otra característica del estilo Hsing-i es la poca variedad de patadas en sus formas, al menos aparentemente, ya que se contemplan, así como en el bunkai de Seienchin, pateos en corta distancia, pisotones, trabas y palancas con las piernas, así como barridos.

Este estilo, que se presenta como muy fluido en sus formas y en su método de combate, se basa en su entrenamiento en posiciones fijas y estables, llegando a pasar meses de practica en posiciones estáticas. Podría bien ser un reflejo de esta compilación, el hecho de que la forma okinawense emplee en sus primeros pasos una posición estática y fija, centrándose en elementos internos relacionados con la respiración y el fortalecimiento del Ki.

Precisamente el Hsing-I Quan, también denominado Xing Yi Chuan, es el referente para la creación del Yi Chuan actual, que en Japón se denomina Taikiken ó Ikken Yi Cuan, y que será fundamental en la evolución del kata para la escuela Kyokushin de Oyama, a través de Kenichi Sawai, fundador de Taikiken y asesor en los años sesenta de Kyokushinkai kan.

Kenichi Sawai Yi Quan Taikiken

Siguiendo con la línea de creación histórica de Seienchin, sabemos por una parte, que Hsing-i Quan, se basa en movimientos de ciertos animales, entre ellos el tigre, y que estas formas conservan un gran parecido con la práctica del kata Seienchin de Karate, y sin embargo no son tan similares a otros estilos con los que se ha hipotetizado para aclarar el origen de este kata, como el Puño del Tigre de Fuzhou o el Estilo del Águila. No obstante, en esta investigación, no se descarta que puedan también haber influido en la creación final de la forma okinawense.

Los templos de Shaolin (Norte y Sur) fueron bastiones de defensa y seguridad del gobierno de la dinastía Ming (1368-1644).

Monje guerrero de Shaolin en la actualidad

En los momentos de tensión política en China, correspondientes al final de la dinastía Ming, estilos tradicionales militares, se incorporan a las tradiciones civiles de lucha de Shaolín.

Tras la destrucción del templo por la nueva dinastía de origen manchú, la dinastía Qing (1644-1914), las tradiciones guerras de Shaolin del Sur se refugian en la provincia de Fujian, tanto en templos clandestinos; formados por los supervivientes de Shaolin, como por parte de la población civil que refugió a esta resistencia monacal, y a cambio fueron formados en las distintas artes guerras del templo, entre ellas Hsing-i Quan o Bae He Quan; que nosotros conocemos por Grulla Blanca de Fujian.

La salida geográfica natural de esta provincia hacia el Mar de China, hizo que de forma natural tuvieran una relación histórica con el reino de Ryu Kyu (actual Okinawa) que era además un reino feudatario del emperador de China, y tenían relaciones comerciales muy fuertes con esta región próxima.

Además, está documentada la protección que los monjes de Shaolin ejercieron sobre los barcos comerciales que viajaban por el Mar de China, frente a los feroces piratas japoneses que operaban en estas aguas.

Es decir, que la relación de Ryu Kyu y sus habitantes con las tradiciones marciales de Shaolin, había sido constante durante un largo periodo previo a la relación de Higaonna con sus maestros chinos.

Los estilos que más influyen en la creación del primitivo Karate (Too de) de Ryu Kyu son Puño del Monje de Saholin y Grulla blanca de Fujian. Esto es evidente tras el análisis del famoso manual de lucha civil Bubishi, en el que se incluyen una gran variedad de técnicas similares al Seienchin actual.

Ilustraciones del Bubishi, edición de Patric McCarthy

Los estilos norteños chinos, se caracterizan por ser más militarizados y poseen movimientos amplios, rectilíneos y penetrantes derivados de la lucha armada, los que influyeron principalmente en la línea palaciega de Shuri Te. Mientras que las formas civiles del sur de China, con una mayor relación con los sistemas internos ó yóguicos, con unas posiciones más cortas y movimientos envolventes, los que influyeron las formas propias de Naha Te, que fueron desarrolladas principalmente por la población civil.

Conviene conocer todo este contexto histórico, para comprender que Kanryo Hiagonna, aprendiera una serie de sistemas, que posteriormente compiló con la ayuda de sus estudiantes y las referencias previas de métodos combativos puramente okinawenses, para crear formas que combinaran las distintas líneas técnicas, que a su vez, tienen potentes lazos comunes en su origen y desarrollo.

No se puede asegurar que formas como Seienchin fueran una síntesis planificada, y parece más bien, que corresponde a un método de ocultar en fórmulas folklóricas okinaweneses, sistemas de combate civil que se habían prohibido expresamente por las autoridades de Ryu Kyu en relación a las dos prohibiciones de lucha armada impuestas entre los siglos XIV y XVI.

En este sentido, se comprende que en Okinawa se produjera la evolución de la posición básica del kata, posición de jinete con pies paralelos (Kiba dachi) a Shiko dachi (posición de Sumo, con pies abiertos).

El significado práctico de esta variación es que en Okinawa la necesidad estribaba en la lucha desarmada, y la tracción vertical, para lo que se recomienda abrir los pies, con el objetivo de flexibilizar la musculatura implicada, y generar mayor base. Mientras que en su origen, en la lucha contra lanza, por su natural distancia larga, se necesitaba una mayor dinamización en el movimiento, y para ello se requiere una posición que favorezca la tracción lateral, como Kiba dachi.

Shihan Iván Pérez Robles ejecutando Seienchin de Kyokushin en Kiba dachi

Esta misma lógica fue seguida, en su desarrollo del kata, por Mas Oyama y sus cofundadores de Kyokushin, ya que se encontraban con la problemática de la necesidad de un kata que pudiera ser eficiente en una lucha más dinámica y con patadas largas, propias del Karate del siglo XX.

Advanced Karate de Mas Oyama

No obstante, otros desarrollos posteriores de la escuela Kyokushin, como el Karate Jutsu Kai de Bernard Creton, realizan una interpretación más tradicionalista, inspirada de nuevo en líneas combativas de Goju Ryu, y recuperan Shiko dachi para su Seienchin, potenciando la tracción vertical de la forma, además de cumplir con otros objetivos relacionados con la filosofía de la escuela, como generar fuerzas compresivas y expansivas en contexto con su propia filosofía del movimiento.

Kaicho Bernard Creton ejecutando Seienchin de Karate Jutsu Kai en Shiko Dachi

El principal maestro que instruyó a Kanryo Higaonna en Fujian durante al menos trece años, fue el célebre Ryu Ryu Ko; apodo que significa Hermano Mayor, que parece identificarse con Liu Long Gong (1793-1882), un zapatero de Fujian, originario de una familia de cierta vinculación militar, y que era depositario, según parece, de un extenso conocimiento de las tradiciones provenientes del templo de Shaolín del sur, y otras formas civiles de lucha de Fujian. Ryu Ryu Ko desarrolló, a partir de los estilos Grulla Blanca y Hsing-i quan, el estilo Grulla que Grita.

Ryu Ryu Ko

Cabe destacar, que algunos expertos definen que no se trata tanto de una forma de imitación del animal, como de una referencia al significado simbólico taoísta de la grulla, empoderando el espíritu del animal y su simbolismo marcial. El significado simbólico de la grulla en China es la inmortalidad, lo que refleja que el estilo tiene un alto componente interno relacionado con la salud.

Chojun Miyagi, principal heredero de Higaonna, fue un hombre rico, quien invirtió su fortuna en la investigación y promoción de su cultura marcial. A la muerte de su maestro, visitó China para seguir los pasos de la práctica de su maestro. En sus crónicas dijo haber estado ante la tumba del conocido Ryu Ryu Ko, lo cual supuso un gran impacto, al encontrar el origen de su herencia marcial.

Foto de 1905. De pie de izq. a der.: ¿? – Juhatsu Kyoda, Miyagi Chojun – ¿? – ¿?
Sentados primero de izq. a der.: Shiroma Shinpan, ¿? – Higaonna Kanryo, Higaonna Kanjin

El trabajo que Miyagi realizó sobre Seienchin, fue heredado por su contemporáneo Kenwa Mabuni (1889-1952), que también añadió Seienchin al gran compendio técnico que creó en el estilo Shito Ryu y fue el primero en llevarlo y exponerlo en Japón. Como referencia, cabe decir, que el propio nombre Shito, corresponde a la compilación de sus principales maestros Kanryo Higaonna (Naha Te) y Anko Itozu (Shuri Te). Seienchin también es un kata superior de esta escuela y uno de los más característicos, lo que denota la importancia marcial que se le ha dado.

Aspectos técnicos generales:

Seienchin se considera un kata de mano abierta (Kuatsu gata), que en la tradición marcial general del karate de okinawa, supone agarre, empuje o desagarro.

Se estudian cinco tipos de combate diferentes: Empuje, agarre, golpe, derribo y luxación. Y cuatro tipos de desarrollo interno a través de la respiración, variedad de ritmos, sistema calisténico isométrico y contracción-descontracción muscular: Desarrollo del Ki, potencia muscular, capacidad de resistencia cardiaca y fortalecimiento de la masa ósea (El desarrollo óseo es propio del simbolismo del tigre en la cultura marcial de Shaolín) En total nueve puntos de consideración interna y externa.

Por otra parte, dentro del sistema okuden (oculto o superior) se incluyen sistemas de ataque a los puntos vitales.

La palabra CHIN , propia de algunos kata sureños, como Sanchin, denota una especial atención a una serie común de tres pasos consecutivos, en los que se está trabajando un sistema concreto de Kyusho Jitsu (ataque a los puntos vitales). En el caso de Seienchin, en sus tres primeros pasos, se hace énfasis en recibir el ataque, dejándolo pasar y exponiendo puntos de presión del atacante tanto del nervio radial del brazo, como principalmente, los puntos nerviosos de la axila y el costado. Secuencias similares se repiten en Saifa, que es un kata de la misma familia desarrollado a partir de Seienchin, y otros muchos katas posteriores.

En el caso concreto del estilo Kyokushin, en relación a los primeros pasos, que se calculan muy valiosos dentro de la práctica general del entrenamiento del kata, se observa que a diferencia de los demás estilos de Karate que practican esta forma, la visión o dirección de la mirada (Chakugan) se realiza en dos planos, que en relación al cuerpo son frontal y diagonal, mientras que en otros estilos se mantiene la mirada en diagonal respecto al cuerpo, dirigiendo la visión al frente.

Algunos practicantes, al realizar este kata, colocan su atención en un plano completamente lateral, situando su bloqueo en línea con el hombro, sin embargo se considera un error técnico de praxis, pues la musculatura del cuerpo en este plano, y la articulación del hombro, no pueden soportar una presión firme en esta forma. Si se menciona en este artículo, es porque se considera que es una práctica lo suficientemente extendida como para merecer una mención de advertencia.

En cuanto al primer kamae del kata, este evoluciona de unos estilos a otros, así por ejemplo, en sistemas okinawenses como Shito Ryu, el kata, comienza con las manos en doble posición extendida y procede a elevarlas para ejecutar un doble bloqueo (en versión omote) o una torsión ante un agarre (en versión ura). Sin embargo en Goju Ryu y en concreto en la línea Goju Kai de Yamaguchi, el kata comienza con una posición triangular frente al pecho desde donde posteriormente se realiza el mismo movimiento doble de brazos extendidos que en shito.

En el modo Kyokushin, este kamae inicial ha evolucionado. En la primera versión, recogida en Advanced Karate, el practicante cruza directamente sus puños cerrados delante del pecho, sin un kamae previo.

Sin embargo, posteriormente, surgieron dos formas diferenciadas. Por un lado, una forma que se mantuvo bastante tiempo, y aun se trabaja en muchos grupos, en que se ejecutaba una defensa muy potente impulsada desde la espalda de doble shotei, que tiene varias explicaciones, algunas de ellas, poco prácticas, como defender un ataque a los genitales, y otras más desarrolladas como evitar un agarre bajando el cuerpo bruscamente (técnica que aparece recogida en el manual del siglo XVII Bubishi).

Bubishi, edición de Patrick Macarthy. Como se puede observar, en esta liberación se utiliza Shiko dachi para hacer una tracción vertical.

Posteriormente se implementaron otras líneas basadas en la tradición de Goju, en que, tal y como explicaba Shihan Bobby Lowe, se efectúa un movimiento pausado y triangular por delante del torso, acompasado con la respiración, y seguido de una elevación de los brazos con un agarre especial en el que los dedos se cierran uno tras otro con el efecto de aprender a generar una presión progresiva en el agarre.

Primera versión de Seienchin de Kyokushin
Shihan Bobby Lowe, realizando un derribo.

Este movimiento, que Shihan Lowe definía como “el anciano acaricia su larga barba” es mucho más consonante con los sistemas propios de Yi Chuan, de los que proviene originalmente el kata, siendo además el origen de un tipo de kamae (postura de combate) que por sus particularidades técnicas en relación al acompañamiento de la respiración y su versatilidad y pacifismo, al tener las manos abiertas, parecen una postura preparatoria adecuada para centrar al practicante en una situación de defensiva sobre la cual poder recibir ataques de cualquier índole.

Hachi Kamae. Shihan Iván Pérez Robles
Defensa en Hachi Kamae. Shigeru Oyama y Bobby Lowe

Podríamos definirlo como Hachi Kamae o “guardia del número ocho” (por la forma china y japonesa de este número) Una posición similar al último kamae que se realiza al finalizar el kata, y que en muchos estilos la definen como “forma de tejado”.

8

Si observamos las formas chinas de las que probablemente está derivado el kata japonés, podemos deducir ciertas técnicas en salto a corta distancia. Esto está en consonancia con la interpretación que el maestro de Kyokushin Hanshi Steve Arneil, incluyó en su propia interpretación del kata, en que incluye mae tobi geri al finalizar el kata, arguyendo que aunque el kata tradicional no lo incluye en su forma externa, sí en su aplicación (oyo bunkai).

De la misma manera, el kata “rompe la calma” tras el tercer paso de la primera serie una compresión en la ejecución y una técnica de agarre y golpeo doble.

En las escuelas de Shito y Goju, parece verse un barrido y avance, mientras que en Kyokushin, se utiliza una técnica hacia atrás (age ushiro kakato geri) con el fin de generar inercia penetrante del movimiento, y golpear mientras se sujeta al oponente, o entrenar un barrido como Uchi mata con el fin de derribar.

Posteriormente se realiza un agarre seguido de una técnica de codo (age hiji ate)

En este punto, para clarificar ciertas interpretaciones del Bunkai, debo explicar la diferencia entre dos conceptos que podrían parecer similares, pero tan solo son complementarios.

Tegumi/Kumite

Si deshacemos ambos conceptos, la única diferencia está en la colocación de los términos, pues ambos quieren decir lo mismo:

Kumi (gumi cuando va en segundo lugar, por la pronunciación japonesa) quiere decir cruzar

Te: Mano

Tegumi. Sensei Juan Pérez Velaz

Ambas quieren decir cruzar las manos, y en este sentido hay que comprender cómo era el combate cuerpo a cuerpo en la antigüedad, una vez desarmado el enemigo.

La forma más elemental de combate es la lucha, por encima del golpeo, que en su forma elemental requiere un utensilio. Así, al parecer, el Tegumi; que consiste en atrapar y golpear mientras se mantiene agarrado al oponnente, es previo al Kumite, que se impulsa en las tradiciones armadas propias del Kobudo de Okinawa, además de otras tradiciones armadas como el Bujutsu japonés y desarmadas como el Kenpo chino.

Clase dirigida por Chojun Miyagi

El maestro Shoshin Nagamine (1907-1997) creía que el Tegumi era la forma original del lucha cuerpo a cuerpo de Okinawa, y esto se puede ver en la herencia fotográfica de maestros como Chooki Motobu ó el propio Chojun Miyagi. Parece ser que esta forma, por la influencia del Kung Fu (Kenpo) del norte, primero mutó en las ciudades de Shuri y de Tomari, y sin embargo se mantuvo más tiempo en Naha, donde, como ya se ha explicado, las tradiciones civiles requerían de menor distancia, y aplicaban de forma más habitual luxaciones, estrangulaciones y otras palancas, prefiriendo el uso de patadas bajas que favorecieran el control del oponente. Mientras que en lugares como Shuri, se trabajaba habitualmente contra ataques armados, por lo que el control de la distancia era mayor, especializándose en sistemas percutantes y ganando mayor desarrollo en los sistemas de pateo. Esto no quiere decir, sin embargo, que no mantuvieran tradiciones mas propias del Tegumi en las que se atrae al oponente para ser golpeado en los estilos de Shuri y Tomari, siendo un claro ejemplo el desarrollo de Hikite (brazo retraído opuesto al golpe que normalmente se coloca en el costado), por parte de Kanga Sakugawa (1733-1815).

Chooki Motobu

Utsu y Ataru.

Una característica de los distintos estilos de Karate es que hay técnicas de prueba (Ataru) en las que se tantea al atacante, bien sea su distancia, su situación o eliminación de obstáculos tales como guardias, que se realizan “tocando” al adversario, para después aplicar técnicas determinantes que buscan noquear al adversario (Utsu)

Sobre este respecto, y entroncando a Seienchin en la más pura línea Naha Te, Seienchin, en sus atemi (ataques) no se ejecuta hikite en el costado, y cuando se encuentra la mano en esta posición, se hace en defensas, palancas y liberaciones.

Aplicación del hikite a un desarme

En esta relación de defensas, se acentúan en su potencia en las primeras líneas diagonales frontales, en las que se parte de un bloqueo reforzado y se entra y se sale atrapando al oponente con gran velocidad, así como en las lineas diagonales posteriores, en las que se entra tanteando con la palma de la mano la guardia del adversario, para agarrarla y se ejecuta un puño superior age tsuki-uraken y se procede posteriormente a la palanca cambiando de mano sin perder el contacto. Algo propio de la práctica de Tegumi.

En cuanto a los derribos, cabe destacar la forma Kata Guruma, que recibe el ataque del oponente y reorienta su inercia introduciéndose por debajo de la línea gravitatoria para derribar por encima de los hombros.

Aplicación recogida en Advanced Karate de M. Oyama

Junto a esta aplicación técnica, sigue una fórmula aplastante doble. En primer lugar una técnica de ruptura o liberación con un shoto uke reforzado y un avance cuya principal arma, no es tanto la técnica de manos, como el pisotón con el que se entra en ataque, para posteriormente aplicar una liberación cruzada (uchi uke gedan barai) y los movimientos diagonales posteriores a los que ya se ha hecho referencia.

Existe una serie doble de liberaciones ejecutadas dando pasos atrás, como en sistemas chinos, como el Pakua, o el propio Yi chuan, en los que su versatilidad permite agarrar y golpear frontalmente, como golpear con el hikite para evitar agarres por la espalda, seguidos de un nuevo movimiento aplastante en forma de pisotón. Este último tipo de movimientos, se acompaña en algunas escuelas con técnicas descendentes de uraken, y en otras con osae uke con el fin de apartar la guardia y age tsuki.

Aplicación recogida en el Bubishi

Concluyendo el kata con la ya mencionada aplicación del Hachi Kamae, esta vez a altura del hara. Que en este caso, en su versión omote corresponde a una sumisión del contrario, y en la versión ura significa una técnica energética de recuperación aeróbica. Por ello se acompaña de Ibuki sankai (respiración sonora). Recuperarse tras el ataque, aunque no haya deseo de volver a pelear, permite hacerlo si fuera necesario.

Simbología

Una vez más, como es propio de los kata de Naha Te, el kata concluye con un paso atrás como símbolo de no continuar la agresión y vuelta al espíritu defensivo de Zanshin.

Siguiendo con el análisis de los símbolos, caben destacar dos símbolos físicos propios de la cultura Budista: El número 9 y la esvástica budista.

9

El 9 (entiéndase, la forma japonesa) Se forma en la primera diagonal, en la técnica de Sasae Morote uchi uke, que se ejecuta, dependiendo de la escuela, en sanchin dachi o más comunmente en Kokutsu dachi, aplicando una fórmula derivada de la posición triangular de Yi Chuan. En este sasae uke (como lo define Kenwa Mabuni en Kara do Nyumon) los brazos se unen con la palma de la mano abierta en contacto con el tetsui (puño de martillo) de la mano opuesta. Esta forma particular de los brazos es la representación del número 9. Que es un número de gran importancia para la numerología budista, por ser, entre otras cosas el principio fundamental del número sagrado 108.

Shihan Iván P.R. y Senpai Jessika Egidua ejecutando Sasae Uke de Seienchin

El sigueinte símbolo técnico es la esvástica, que se representa en la forma de doble bloqueo (alto y bajo) Nagashi mawashi uke, Kata Guruma, o Han Mawashi Uke, siendo este símbolo la representación budista del centro y la interacción armoniosa de los opuestos.

Seienchin con sai, Shihan Iván Pérez Robles. Circo Knie Ginebra

Tanto el 9 como la esvástica tienen connotaciones de buenos auspicios, prosperidad, suerte y bienestar.

Como conclusión una última reflexión de Mas Oyama en Advanced Karate

…Combinados con técnicas y movimientos básicos, los ejercicios formales (kata) se aproximan al combate real. Su esencia principal consiste en cambiar el peso del cuerpo, mover los pies y el cuerpo, y atacar y bloquear mientras te tensas o relajas instantáneamente para generar velocidad y potencia. Para el principiante, que puede ignorar su verdadero significado, las formas se asemejan a una danza; sin embargo, es importante tener en cuenta los objetivos dispares de los dos: EL baile se esfuerza solo por la belleza del movimiento; las formas de Karate persiguen la agudeza y la utilidad en el combate… Las formas de Karate surgen de su naturaleza como expresión del verdadero espíritu marcial…

Shihan Iván PR Seienchin con Sai. Presentación disco Sakurombo. Kimka. Palexpo (Suiza)
 

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Ikigai 2: Afrontando etapas

Ikigai 2: Afrontando etapas

Hace un tiempo el creador de un nuevo espacio ya dessparecido: Kyokushinlog.com, David Fernández, me pidió que realizara alguna colaboración y me pareció divertida la idea de que él mismo eligiera el tema sobre el que pudiera reflexionar.

Finalmente me escribió para proponerme una segunda parte de uno de mis últimos artículos, “IKIGAI: La razón de ser” para así enlazarlo con esta nueva web, y crear sinergia (concepto que me gusta mucho, por cierto)

https://wp.me/p15Twm-1wq

También me dijo, que deseaba profundizar en un tema incómodo: ¿cómo pueden los artistas marciales afrontar la vejez? Y afortunadamente como no se ha dado el caso aun en mí, no puedo hablar más que por referencias, aunque soy más bien de la opinión que la vejez es una cuestión de actitud y etapas.

Puesto que no quisiera que se pierda esta reflexión, la recupero íntegra para este blog.

Yo tenía 15 años y una gran responsabilidad, ya que me enfrentaba a mi examen de Shodan a la vez que Teresa. Ella tenía unos 70, había comenzado a entrenar Karate con con 59 años y toda mi generación en el dojo crecimos con ese ejemplo de vitalidad.

Siendo una niña, su madre le agarró de la mano y salieron como pudieron de un desastre seguro, dejando a sus espaldas los bombardeos de la guerra en Bilbao. Creo que fue la primera y última vez que esta mujer huyó de algo. Fue joven siempre, quizá ese era su propósito vital; su IKIGAI. Contagiar a la juventud y al mundo de vitalidad, empezando por sus hijos y llegando a todos los que estábamos a su alrededor.

Imágenes previas al bombardeo de Bilbao durante la Guerra Civil española de 1936

Fue mi Senpai.

Entrenó Karate hasta que no pudo más, y todavía siguió un tiempo extra. Hasta cuando se olvidaba de quitarse las zapatillas para entrar al tatami, lo hacía con vitalidad. Cada técnica, cada, flexión, cada charla tras los entrenamientos… siempre dejaba patente ese IKIGAI.

Supongo que a muchos miembros del dojo les pasaría igual que a mí, es seguro que fue muy importante su ejemplo para llegar más alto con las patadas, pegar mas fuerte con los puños, bajar más las posiciones, aunque sólo fuera porque al lado había una mujer de más de 70 años con la vitalidad para hacer lo mismo aunque fuera con su intención.

No hay edad para empezar a entrenar. No hay edad para dejarlo. No se debe pensar en límites personales, sino en potencialidades.

A pesar de ello, es innegable que el Karate debe ser algo vivo, que evoluciona con la misma persona.

Shihan Bobby Lowe, 10° dan, dirigiendo una clase al final de su vida

Una de las dificultades del Karate Kyokushin es que nos cuesta darnos cuenta de que ésto debe ser así, lo cual también tiene su atractivo… ¡Luchar contra el tiempo establecido! Nos hace aferrarnos a nuestra juventud y desarrollar nuestras capacidades físicas más allá de lo convencional.

No obstante, existen varios niveles en el arte del Karate, a esto se le denomina SHIN GI TAI, en referencia al espíritu, técnica y cuerpo. Es normal aprovechar cada etapa de la vida para desarrollar de forma coherente cada elemento.

El Karate evoluciona con la edad y la experiencia de cada practicante

Tal y como So Neishu le dijo al joven Mas Oyama cuando le escribía para motivarle durante su retiro en la montaña “…Forja el hierro cuando todavía está caliente… Entrena tu cuerpo mientras eres jóven…”

También un famoso sacerdote budista, Kensho Furuya, dijo: “Sólo un tonto que ama la práctica puede continuar practicando toda la vida…”

Aunque esta frase tan cómica se puede entroncar en una lógica concreta.

Los antiguos maestros de Budo dividían su enseñanza para toda una vida en lo que se denomina Nyumon: Iniciación o SHODEN, que consiste en un tipo de práctica repetitiva y deportiva, puliendo cada detalle técnico y físico a través de la imitación..

El segundo nivel era CHUDEN (Nivel medio), el practicante realizaba los movimientos de una forma natural, “haciéndolos suyos” e integrando a su técnica conocimientos propios extraídos de fuentes diferentes a su maestro original, y sobre todo de su propia experiencia.

En el tercer nivel, OKUDEN, cuando el estudiante dominaba su cuerpo y su mente, pasaba a aprender técnicas que no requerían siempre de un gran desgaste físico, como el Kyusho (puntos vitales), técnicas de reanimación o técnicas de trabajo interno. Ésto hacía trascender al estudiante a una ruptura/integración de nuevas formas personales, sin que se desvirtuara la base de la escuela, por eso el nivel Okuden se enseñaba en privado, en ocasiones en pequeños templos familiares.

Tras ello, el estudiante estaba preparado para su Menkyo Kaiden (diploma superior) en algunas artes marciales, y en otras para desarrollar estilos propios.

A este método de enseñanza vital se le identifica como SHUHARI, Donde SHU quiere decir repetir, HA es integrar y RI trascender y trasgredir.

Normalmente los métodos enseñados hoy en día se suelen quedar en el primer nivel, y con suerte a base de repetición, y si el instructor no es egoísta, se llegará al segundo.

Entendiendo esto, es más fácil comprender por qué a muchos competidores se les acaba el Karate cuando se les acaba la competición… ¡Nunca llegaron al tercer nivel!

¿En cuantos años se puede llegar a este nivel?

Depende de lo que se invierta en el entrenamiento, según las capacidades físicas y mentales de cada individuo. Depende también del instructor, en definitiva, depende de las situaciones individuales.

Al igual que no todo el mundo que comienza a entrenar Karate podrá llegar a cinturón negro, no todo el mundo llega a ciertos niveles a la misma edad, ni con el mismo entrenamiento. Dependerá de sus capacidades y de su inversión.

Esta afirmación que quizá pueda parecer obvia, es sin embargo un gran trauma para mucha gente que se obsesiona con el grado de los demás, aunque la realidad esté en la propia filosofía del arte marcial: Karate es un arte y una filosofía, puesto que cada individuo tiene una personalidad diferente, esto se verá reflejado en su propia interpretación…

Sin embargo el grado en sí no es un IKIGAI adecuado, es decir, un propósito vital para la persona, ya que no integra nada para los demás. En este caso, un Ikigai adecuado es llegar a la maestría en el arte, ya que ser instructor implica hacer algo por los demás.

En las “leyes del Ikigai” se contemplan esferas personales que se relacionan entre sí: Lo que amas, en lo que eres bueno, por lo que puedes obtener beneficio y lo que necesita el mundo. Estas esferas se relacionan creando espacios de PASIÓN, PROFESIÓN, MISIÓN y VOCACIÓN, que a su vez son irradiados por el IKIGAI o propósito personal.

Ikigai

Supongamos que mi IKIGAI es ser 5º dan de Karate Kyokushin y analicemos esta relación.

Desde luego, de forma individual, si lo consigo estaré muy satisfecho de lucir mis cinco franjas doradas en el cinturón… pero ¿se puede considerar ésto una misión? ¿Puede ser una vocación vital tener un cinturón lleno de franjas doradas?

Seguramente si has superado todos los años de entrenamiento con las duras pruebas por las que se caracteriza el Kyokushin Karate, es innegable que eres bueno en lo que haces… ¡Pero! ¿Necesita el mundo un individuo con cinco o diez franjas en el cinto?

Realmente es prescindible.

Lo que el mundo necesita son MAESTROS, personas que puedan ayudar e inspirar a los demás. El mundo necesita ejemplos positivos.

Ahora supongamos que mi IKIGAI -sigo hablando del Propósito Vital que usan los japoneses para ser felices y vivir más- Digo que supongamos que mi IKIGAI es LLEGAR A SER MAESTRO DE KYOKUSHIN:

Las esferas de “lo que amas” y “en lo que eres bueno” se siguen manteniendo, además siendo instructor de karate se pueden obtener beneficios (en este punto, personalmente difiero en que deban ser siempre beneficios económicos, ya que hay muchos otros) y personalmente creo que el Mundo necesita instructores de Kyokushin Karate.

Ser 5º dan, en sí no aporta absolutamente nada a un “Ikigai completo”, ser Shihan es un buen motivo si realmente uno se esfuerza cada día por llegar a serlo y mantenerlo.

Creo que a mi Senpai Teresa le importaba bastante poco su cinturón… Creo que cualquier otro cinturón también… Ella era feliz por la propia práctica, por seguir siempre en marcha, manteniéndose activa y joven con 80 años. Ella respetaba mucho el conocimiento, pero cuando por tus ojos de niña han pasado el horror de una guerra y una vida entera de lucha, supongo que pasas bastante de los galones, pero no de los propósitos vitales.

OSU!

 

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Sanchin II: Enraizamiento

Sanchin II: Enraizamiento

Tras la primera parte de este articulo sobre Sanchin, y una vez definido en sus tres valores (o batallas) de interpretación, haré un análisis del concepto del enraizamiento, que por otra parte, es aplicable a otras formas y posiciones propias de nuestra práctica, así como a muchos otros ámbitos.

Al igual que pasa con los árboles, el enraizamiento no tiene tanto que ver con la inmovilidad, como con el crecimiento.

En términos filosóficos, las artes marciales utilizan el enraizamiento como una forma de conexión con La Tierra a través de los pies, para elevar la consciencia hacia el descubrimiento personal.

La tensión moderada, junto con el trabajo respiratorio y la estructura corporal en espiral, promueven la movilidad del flujo energético y el fortalecimiento de la auto consciencia.

Una posición firme no es una postura estancada.

En una postura aparentemente estática, suceden diversos procesos internos y móviles necesarios de experimentar.

Practicando los sistemas yóguicos del karate interno, seremos capaces de expandir nuestra conciencia, mejorando el intelecto y aumentando nuestra capacidad intuitiva.

En este sentido, y en aplicación del sistema interno al combate, debemos procurar un enraizamiento que nos configure en la forma primordial de la pirámide; Una base estable, la columna recta, tensión muscular para soportar los golpes y flexibilidad para devolverlos.

El flujo de aire debe ser continuo, compresivo y expansivo, duro y blando.

Más allá de trabajar una posición firme e inamovible que fortalezca las piernas, el enraizamiento debe ser también y sobre todo, un proceso mental y espiritual.

Entrenar una practica en la que preocuparse por el instante, fijando la visión en el futuro inmediato pero sin expectativas, comprendiendo el momento actual, nos prepara para vivir plenamente nuestra vida cotidiana.

No está en contra de la programación, ni de los objetivos, sino a favor de aprender a disfrutar con el momento presente y saber aprovecharlo.

SIPR

Enraizarse es confuso como concepto si se entiende solamente como aferrarse. Enraizarse es tomar consciencia de nuestro origen y apoyarse en él para crecer.

Enraizarse es además, conectar con la propia energía telúrico- cósmica y sentirse una pieza del entramado natural. Ser un conector energético entre dos realidades: el planeta y el cosmos, entre lo físico y lo metafísico, entre lo inamovible y lo caótico, entre la emoción y la razón.

La práctica del enraizaminto es la esencia de Yin y Yang, Triorigin, Tai chi, Yoga, Karate… y en general del auto conocimiento formal de la meditación trascendental.

La forma básica de enraizamiento en Karate Kyokushin es a priori Sanchin, sin embargo el enraizamiento está presente en las demás posturas propias del Karate tradicional, y en los kata, se estudia en cada paso esta firmeza propia del concepto, precisamente para fomentar el equilibrio y el fortalecimiento corporal. Siendo la aplicación en combate menos rígida que durante el entrenamiento, pues se pretende además de combatir, un arte de control personal y auto conocimiento.

Por otra parte el fortalecimiento corporal y mental gracias al enraizamiento de la postura, otorgará una ventaja notable en el propio sistema de combate.

En cuanto a los beneficios físicos, además de la estimulación muscular y ósea, y el desarrollo de la programación neurológica gracias a la repetición de patrones físicos, se potencia en las figuras posturales la estimulación del núcleo o nexo corporal, también llamado Core, es decir, los músculos que otorgan estabilidad y evitan lesiones. Se refiere principalmente a los músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna. Zonas que en terminología ancestral del Karate tradicional se identifican, en su mayoría con el concepto Gamaku.

Core

También, por supuesto, la musculatura de las piernas se ve enormemente potenciada tanto para soportar golpes, como para mejorar la potencia en el ataque y el posicionamiento técnico.

El pie humano es tremendamente complejo 26 huesos, 33 articulaciones, más de 100 tendones, músculos y ligamentos, además de unas 7.000 terminaciones nerviosas. El trabajo que los pies hacen, se conecta directamente con las piernas y es la base de la sujeción de todo el cuerpo hasta el cráneo.


Adquirir posturas correctas desde los pies, será beneficioso para toda la estructura corporal.

Parte del enraizamiento debe ser agarrarse al suelo con los pies, creando arcos hacia arriba con los tendones fuertes del pie y promoviendo así la estimulación de todas esas terminaciones nerviosas.

Tal y como explica el maestro Kriss Wilder en su genial obra «La vía del Kata Sanchin»:

El pie debe estar colocado en el suelo como si estuviese hecho de arcilla húmeda. Debería dar una sensación de peso y agarre al suelo, aunque los dedos no deberían estar en una posición de agarre, como si intentaran recoger un trozo de papel del suelo. Hacer esto supone un gasto excesivo de energía física y crea rigidez, y la rigidez es fácil de desplazar…»

Es decir, el pie no se coloca en forma de garra, entre otros motivos, porque al hacer garra se eleva el pie en forma de puente y pierde apoyo, perdiendo así los beneficios del apoyo total del pie sobre el suelo.

Wilder continúa diciendo:

«La línea de presión del pie tiene que ser desde el talón a través del centro del pie. La rotación intensa del pie o la torsión del pie para ganar tracción es un riesgo potencial para la rodilla…»

Este último aspecto, debería ser observado por muchos practicantes de estilos como Kyokushin, quienes en ocasiones exageran posiciones como Sanchin dachi, sobre todo en la rotación del pie atrasado, poniendo en riesgo ciertas articulación, que con el tiempo pueden sufrir desgaste debido a la práctica tan intensa, como de hecho de practica en el estilo. Sin embargo, esta práctica no corresponde al ideal técnico de la escuela de Mas Oyama, sino a una práctica mal entendida de algunos practicantes.

En algunas variantes de Kyokushin, como Karate Justu Kai, sería complicado discernir en una fotografía la diferencia entre sanchin dachi y moro ashi dachi (con los pies paralelos) ya que al igual que en otros estilos, como Goju Ryu de Okinawa, o Uechi Ryu, tras realizar la rotación los pies en la colocación, las caderas se abren llevando los pies a líneas casi paralelas.

En ese sentido, las sensaciones del practicante son similares en cuanto a la rotación aunque el resultado final parezca ser diferente.

Sanchin dachi, Karate Jutsu Kai

En sistemas japoneses, como Goju kai, sin embargo, se mantiene el pie frontal cruzado, y esto es más ostensible en variantes como Kyokushin o formas procedentes de Shotokan como Hangetsu dachi.

Hangetsu dachi, Shotokan

No obstante, esta misma diferencia está presente en los diferentes sistemas chinos de los que estos estilos beben, por lo que en cuanto a la pura práctica marcial, dependerá de las aplicaciones marciales que cada escuela quiera estudiar.

Por ejemplo, el maestro de Kyokushin, Shihan Loek Hollander, 10° dan, sostenía la utilidad de la rotación de los pies y la flexión de rodillas, con el fin de proteger ataques a las piernas y los genitales.

Secuencia de Sanchin en cuatro sistemas distintos. Okinawenses y chinos.

De hecho, variantes de sanchin dachi, con su enraizamiento, son utilizadas para pelear en distancia corta en competición, tanto de karate como de boxeo, como se puede observar en la técnica de boxeador Mike Tyson, quien tras acortar la distancia, contra púgiles,  normalmente más altos, se anclaba y utilizaba la fuerza de sus piernas para impulsar poderosos golpes, mientras tenían a su vez suficiente flexibilidad como para cambiar de postura rápidamente.

Mike Tyson

Esta misma fórmula es la utilizada por muchos luchadores de Kyokushin en los torneos de Full Contact Karate (knock down) de manera que pueden evitar ser dañados por las devastadoras patadas interiores a las piernas,  absorber las patadas exteriores e impulsarse con las piernas para golpear tanto ganchos (shita tsuki, kagi tsuki, mawashi tsuki) como técnicas de pierna (gedan mawashi, hiza geri…)

Pablo Estensoro

La modificación de la posición de combate (kumite no kamae) hacia el enraizamiento es una consecuencia natural sobre el por qué se realiza de esa forma la genuina posición de Sanchin dachi en el estilo Kyokushin.

Un importante aspecto común, es la presión vertical aplastante de la posición, así como la proyección del centro de gravedad, que se sitúa no sólo hacia abajo, en vertical, sino también en una proyección diagonal en frente del practicante, que permite confrontación con el adversario.

La imagen de centra en el movimiento vertical, pero la proyección del centro de gravedad siempre se realiza delante del ejecutante.

Los mismos principios son aplicables a deportes como el Baloncesto que en su posición de bote de defensa se pueden observar notables similitudes.

En sistemas de agarre y derribo, el enraizamiento es necesario con el fin de fijar el centro de gravedad lo más bajo posible, para generar más resistencia y sensación de peso en el ponente, así como a su vez, atraer al contrincante hacia el núcleo.

Sin embargo, si el centro de gravedad está demasiado bajo, también será complicado adaptarse al combate, por lo que el luchador lo variará dependiendo de la demanda.

Lucha olímpica

En este mismo ámbito de lucha, el del derribo, los pies deberán también ajustarse, manteniendo una base amplia y firme, pero ni demasiado amplia como para perder la tensión en la musculatura implicada, ni rígida, pues se debe pasar rápidamente a otras posturas o pasos.
Esta teorización es aplicable al contexto del kata de Karate.

Con los ejercicios tradicionales de elementos de acondicionamiento tanto sin herramientas (Junbi undo) como con ellas (Hojo Undu) se facilita la comprensión de algunos de estos factores que tienen que ver con el enraizamiento físico.

Hojo Undu

Definitivamente, no es que el Karate o las Artes Marciales informen al resto de actividades, sino que el Karate y las Artes Marciales en general, son métodos de optimizacion del movimiento natural, así como formas de expansión del auto conocimiento y la consciencia.

Kaicho Bernard Creton aplicando el enraizamiento para generar impulso el combate, Karate Jutsu Kai
Shihan Iván Pérez Robles. Aplicación marcial de defensa contra cuchillo de la posición sanchin dachi
 

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Sanchin: Interpretación filosófica

Sanchin: Interpretación filosófica

Interpretación filosófica de Sanchin

Shihan Iván Pérez Robles.
Estudio de Sanchin en el bosque de Aokigahara, Japón.

El siguiente artículo es una interpretación personal de una de las formas marciales más antiguas y esenciales que existen y sobre la que otros muchos han reflexionado antes que yo.

Pudiera hacer una investigación histórica del kata Sanchin, analizando los orígenes chinos, con sus diferentes ramificaciones e interpretaciones, pasando por las formas clásicas chinas como Saam Jin, Zang Jin, San Zhang, San Chien, etc. hasta la forma Sanchin del maestro Kanryo Higaonna o el Sanchin de Kanbun Uechi, con las distintas interpretaciones de todos los maestros sucesores. No obstante, el propósito de este artículo es exponer y compartir una interpretación filosófica, puramente personal, derivada de unas cartas (en forma de emails) que hace un tiempo intercambié con otro practicante que se interesaba por profundizar en el estudio de Sanchin de Kyokushin.

Chojun Miyagi, fundador de Goju Ryu dirigiendo una prueba de Sanchin

En el primer punto de esta presentación recojo la reflexión de algunos maestros, quienes establecen que Sanchin no tiene tanto valor por su aplicación marcial, sino por el valor que otorga a las demás aplicaciones de otros kata. En palabras de Kaicho Bernard Creton: Sanchin es el condimento necesario que se espolvorea en cualquier comida.

Sanchin es un Kata de forja, o TANREN KATA, es decir, un acondicionamiento clave para desarrollar un estilo concreto de karate, en este caso Kyokushin.

En la forma genuina de Kyokushin, basada a su vez en la de Goju Ryu, en la variante Goju Kai de Gogen Yamaguchi, Sanchin presenta tres espacios a explorar, en los que se representan las tres batallas del practicante, a saber: cuerpo, mente y espíritu, o como se dice en China: Shen (espíritu), Shin (mente) Li (cuerpo).

Gogen Yamaguchi, 10º dan.
Fundador de Goju Kai
Mas Oyama, 10º dan, Fundador de Kyokushin Kai
Kanbun Uechi, Fundador de Uechi Ryu

El kata comienza con tres pasos sucesivos, con técnicas similares, propios de los kata de la línea Naha, donde nos indica que son movimientos que merecen una especial atención por representar ataques a puntos vitales (kyusho), o un estudio relacionado con ello, incluido todo en una visión okuden (oculta o superior) del bunkai, pues no todos los estudios del bunkai del kata en relación a los puntos reflejos o puntos energéticos de presión, están relacionados con el ataque a una segunda persona, sino que el cuerpo también efectúa movimientos, tensiones y distensiones que afectan a nuestros propios puntos energéticos. Este aspecto será abordado en futuros artículos.

Los primeros tres pasos son una serie de técnicas simples pero poderosas que simbolizan la batalla física. Objetivos que se superarán abordándolos de frente, en continua pugna y de forma unidireccional. Es decir, de alguna manera el kata, nos invita a focalizar nuestra atención en un futuro inmediato, del que no debemos desviarnos, sin no por ello dejar de protegernos, ni cesar el ataque hacia el fin de superar nuestro compromiso personal.

El propio enraizamiento del cuerpo, nos hace avanzar lentos, pero seguros y firmes con un único propósito.

La tensión corporal, fuerte pero flexible, nos invita a experimentar la realidad del combate. Duro y suave.

El gasto energético se debe controlar, a la vez que fomentar. Somos administradores de nuestra energía vital. Capaces de intensificarla y controlarla a su vez.

Planos de la respiración y energía Ki durante la práctica del Kata

El kata realiza un giro, cambiando de escenario y pasando a simbolizar la batalla mental, tan necesaria en cualquier practicante.

Tras el giro, tan sólo se realiza un paso, del que se desprende como interpretación, que nos encontramos en un plano mental, regido por el espíritu de alerta, Zanshin.

Zanshin

En un solo tiempo o avance, debemos tomar consciencia de los riesgos y salidas de cualquier situación.

Tal y como cuando entramos en un lugar desconocido, y en un sólo vistazo, percibimos los posibles riesgos, así como las salidas del lugar. Este espacio de tiempo debe reducirse cada vez más en la vida cotidiana, llegando a una experiencia sensorial, primaria e instintiva de la percepción del riesgo.

Senpai Aitor Herrán y Senpai Ibai Primicia ejecutando Sanchin.

Tras un nuevo giro, el ejecutante se adentra en el último plano, la batalla espiritual, en la que en un sólo paso de avance, realizamos una serie de dos combinaciones de tres técnicas (6×3=18).

En el kata Sanchin, este escenario representa el espíritu de combate inamovible de Toukon. Nos mantenemos firmes a la vez que flexibles para atacar sin retroceder en nuestro propósito, y centrando la energía en nuestro hara (punto energético del abdomen).

Toukon: Espíritu de combate

Por cada paso al frente de ataque, el kata nos obliga a dar dos pasos atrás, que quieren indicar compasión. Para ello utilizamos técnicas defensivas envolventes.

El hecho de que la mayoría de los katas terminen con pasos en retroceso, simboliza precisamente este concepto. Al igual que el hecho de que comiencen con una defensa, representa el espíritu de no-agresión propio de la máxima «Karate ni sente nashi» (en Karate no hay primer ataque).

Ludus SIPR Dojo

Explicación numerológica del nombre

kanji Sanchin

Los katas antiguos que contienen números en su significado, están influidos por la filosofía budista en torno al número 9, que se considera un número sagrado.

El número 3, que simboliza Sanchin, es para los budistas, la unidad irreductible del hombre, situando en su representación de la rueda de la vida, un círculo concéntrico con tres símbolos que representan, al igual que Sanchin, cuerpo mente y espíritu.

Rueda de la vida

Por cada decisión que tomamos en una de estos planos (o batallas) encuentran tres posibles cielos (o decisiones positivas) y tres posibles infiernos (decisiones negativas) que a saber son: ignorancia, apego y odio. Tres venenos que, con sus opuestos: sabiduría, desprendimiento y amor, conforman 6 opciones a elegir en la vida.

Entroncándonos con el origen hindú del Budismo, hay una relación con las teorías del Karma y el Dharma en base a las consecuencias de nuestros actos, decisiones y tendencias.

Estos tres cielos, junto con los tres infiernos, forman 6 casillas en la rueda de la vida, que multiplicadas a los tres planos del hombre resultan 18 situaciones (Seipai), la rueda de la vida se prolonga en 54 combinaciones concéntricas (Sushiho) que en su dualidad ofertan 108 resultados, como 108 son los nombres o reencarnaciones de Buda.

Cosmogonía del Sanchin

Shihan Iván Pérez Robles, Estudio de Sanchin en Mitsumine, Japón

En el plano físico, Sanchin es el átomo del arte del Karate, representando por una parte, la poderosa figura del triángulo (usa para ello su característica postura del reloj de arena) y por otro la espiral, que es la fuerza más potente del universo, a la vez que fundamental.

Su movimiento se basa en la acción complementaria respecto al Ki, de la compresión, expansión y la focalización o intencionalidad, creando una cuarta energía como resultado de la suma de las anteriores, que será la clave de la eficacia en combate.

Siguiendo las teorías de Triorigin, que es el principio rector del sistema de Karate Jutsu Kai de Bernard Creton, se habla de fuerzas Homo (compresiva) Hetero (expansiva) Neuto (intencionalidad) y Neutro; que es una mezcla de las anteriores y supone una fuerza material y sensitiva.

Sanchin energético

El propósotio vital de Sanchin es estimular la energía interior mediante la respiración, congestión y relajación muscular.

La respiración de Sanchin es ibuki Sankai, que implica, mente, cuerpo y espíritu, y se define como concentrada, profunda y sonora.

En Kyokushin, es diafragmática, global y completa, cuya finalidad es endurecer y flexibilizar la musculatura interna, con el fin de preparar la denominada «camisa de hierro» una protección natural contra golpes, desarrollando la musculatura interna del cuerpo.

Sanchin requiere para su desarrollo, trabajar en parejas con el fin de estimular los grupos musculares y asegurar la correcta posición del cuerpo. SIPR y Sensei S. Décosterd. Ginebra, Suiza.

A la vez, también se trata de realizar ejercicios para alimentar el Ki (chi, energía interior) y con ello mejorar nuestra salud. Por lo que se puede decir que Sanchin es también una forma de gimnasia energética Kiko o Qi Gong (Chi Kung).

La expulsión de aire del cuerpo no debe superar el ochenta por ciento, para que el cuerpo siempre esté oxigenado y nos permita continuar con reacciones físico mentales rápidas.

Se suele trabajar Sanchin tres veces seguidas, poniendo gran énfasis en la perfección del movimiento y la congestión muscular adecuada.

División de los planos mentales, físicos y espirituales de ejercicio

SANCHIN

Shihan Iván Pérez Robles

Mokuso

CUERPO: Posición Musubi Dachi, compensación y equilibrio entre la elevación de las manos, y los pies unidos por los talones, con el fin de evitar tensión en la espalda.

Ojos cerrados.

MENTE: Periodo de meditación sobre el vacío. En periodos iniciales es frecuente visualizar la respiración.

ESPÍRITU: Mushin: Mente no mente. Sólo es un reflejo de uno mismo, no juzga, no hay miedo, ira, ni ansiedad.

Fudo Dachi

CUERPO: Apertura a posición de preparados (Yoi) con tensión ligera en el cuerpo, que no impida reacciones rápidas en cualquier dirección.

Respiración Ibuki, acompañada por el movimiento de brazos, en el que se ejerce presión vertical con los codos en dirección del hara (centro energético)

MENTE: Predisposición

ESPÍRITU: Shoshin (corazón de principiante) Mente sin prejuicio. Consciencia serena.

Fudoshin: valor para afrontar una tarea.

Apertura y enraizamiento de Sanchin. SIPR

PASO 1:

Apertura a Sanchin dachi, Morote uchi uke (posición de reloj de arena)

CUERPO: a nivel físico, el cuerpo toma una postura vigorosa, en la que se ejerce presión sobre la musculatura de las zonas más resistentes del cuerpo (yang), protegiendo las zonas débiles (yin)

Los pies buscan enraizarse y conectarse con la tierra, para ello el movimiento es reptiliano, pausado y fuerte, potenciando el psoas iliaco y Gamaku (el resto de la musculatura entorno al hara) el principio de la activación energética, y el foco de atención, pues es el engranaje necesario entre el tren superior y el tren inferior. Suponiendo tres batallas físicas.

Los brazos buscan la compresión al nivel de los codos y la expansión y rotación a nivel de los puños, provocando una tensión de la musculatura implicada.

MENTE: La actitud es de máxima concentración tomando consciencia de todas las zonas en tensión, procurando unificar el movimiento. 

Al tomar consciencia del equilibrio de fuerzas compresivas y expansivas, se generan fuerzas de acción y reacción, que implican creación energética, sobre las que la mente medita a través del kata.

ESPÍRITU: Sentimiento de invulnerabilidad y quietud (Fudoshin), no significa rigidez e inflexibilidad.

Movimiento:

Chudan tsuki, hineri uchi uke

CUERPO: Presión de la musculatura implícita en la recogida (hikite) sin mover el resto del cuerpo, pero con retracción escapular.

Este hikite es también considerado una defensa similar a shoto uke, un agarre y empuje hacia el interior y también una liberación.

Expulsión del chudan tsuki tensionando sucesivamente pectoral, trapecio, dorsal, serrato, bíceps, triceps y gamaku (músculos entorno al tronco inferior y las caderas, incluido abdominales, oblicuos, psoas, glúteo…)

Tras el golpe se regresa a la guardia, pudiendo interpretar también una defensa o liberación.

Acompasar con respiración ibuki.

Las caderas ayudan al movimiento con impulsión, pero sin rotación (Chinkuchi).

SIPR

Los pies se aferran al suelo, pero son capaces de desplazarse. La torsión no es excesiva y no presionan en exceso las rodillas, que están libres para desplazarse.

El tsuki (puñetazo perforador) pasa por las tres formas clásicas (shita tsuki, tate tsuki, seiken tsuki) de una forma continua y natural generando una elipse (concéntrica en su rotación y expansiva en su dirección). Para ello el codo debe estar pegado al costado en todo momento, implementando el peso del cuerpo al golpe.

MENTE: Focalización del golpe con intención de perforar, y volver a la guarda defensiva (hineri uchi uke

ESPÍRITU: 

Fudoshin: que nos permite recibir un ataque, aferrarnos a la tierra, contra atacar y volver a la guardia, con determinación, valentía y sin ira.

Zanshin: Estado de alerta. Sensación final tras la defensa.

PASO 2: Repetimos lo anterior con la otra guardia.

Físico: El desplazamiento, semi circular, sigue una progresión natural respecto a los pies que se encuentran situados hacia el interior.

Mental: A nivel mental se debe entender el desplazamiento como un avance cauteloso (pudiendo apartar posibles obstáculos) y un nuevo enraizamiento de la posición con el fin de estar más cerca del objetivo, así como un deseo de romper límites mentales, avanzando hacia nuestros objetivos personales.

Espiritual: Sensación de superación personal, perseverancia bajo presión (Osu no Seishin)

PASO 3:

Ataque circular y cambio de plano (mawate)

CUERPO:

En la sucesión de tres pasos frontales, correspondientes al plano físico, el último paso termina con un movimiento de puño circular, que si bien puede interpretarse como un golpe circular (kagi tsuki) seguido de un golpe de pierna para abrir la guardia del oponente, es más bien el principio de la defensa uchi uke, y un giro del cuerpo, situándose fuera de la línea de ataque del posible rival, con una maniobra de esquiva que envuelve y ataca el flanco del adversario.

En el desplazamiento, el pie sigue su dirección natural y las piernas se “desenroscan” formando un nuevo sanchin dachi.

MENTE: En el plano mental en torno al combate, se está desarrollando una consciencia de los movimientos evasivos y una mentalización de los contrataques a los puntos débiles del contrario.

ESPÍRITU: Zanshin (Espíritu de alerta)

PASOS 4 Y 5:

Se repite la acción evasiva, con un nuevo giro, pasando a un tercer plano que representa el espíritu combativo (Tamashi) con un paso frontal, seguido de una larga sucesión técnica y dos pasos en retroceso que significan compasión.

CUERPO: Tras pasar al nuevo plano, con uchi uke, se completa el movimiento ejecutando tsuki y hineri uchi uke de nuevo.

El siguiente paso es una sucesión de tres tsuki (giako, oi, giako) seguidos de guardia. A continuación se realizan tres técnicas sucesivas en forma de movimientos de agarre y atracción, a los que acontece una expulsión del aire acompañados de Morote yohon nukite, en un movimiento de compresión concéntrica del hará, canalización y expansión energética con el nukite.

Winter Camp País Vasco

La aplicación marcial de una atracción, suele ser acercar al rival con la intención de golpearle con zonas duras como la cabeza o la rodilla, o situarle para que pierda su guardia y poder pasar a un derribo.

Así mismo es posible esquivar o atrapar un golpe directo, creando vacío con el tórax, en forma de Mu no Sen.

MENTE: El practicante debe concentrarse en la visualización del aire y en que el cuerpo esté duro pero flexible, quieto pero no rígido, duro y suave a la vez. Es la representación propia de la evolución de Yin y Yang.

Ludus SIPR Dojo

En los movimientos de atracción, anteriores a los nukite se tendrá especial atención en los dedos meñiques y anulares, fundamentales, tanto en el trabajo de derribo (nage waza) como en la sujeción de la Katana.

El hecho de realizar el movimiento con las manos abiertas, además de ser un recuerdo de la forma original del kata, supone una liberación energética, pues en medicina china se consideran las yemas de los dedos “pozos energéticos” que al cerrarlos, apretando los puños, la energía se contiene y al abrir las manos, se libera y expande.

ESPÍRITU: Fudoshin, determinación. Se reciben ataques, se cede a su fuerza y se vuelve a la posición expresando espíritu combativo (Tamashi) y perseverancia (Osu no seishin)

Shihan Iván PR y Sensei Sacha Décosterd. Summer Camp Suiza

PASO 6 y 7

CUERPO: Son dos desplazamientos en retroceso con movimientos defensivos en forma de Mawashi uke.

Mawashi uke es un estudio de todas las posibles defensas en forma de acción circular

MENTE: Desde el punto de vista del plano mental, el practicante está haciendo un ejercicio de máxima expansión de su capacidad pulmonar, para la inspiración, a la vez que se concentra en que todo su cuerpo esté defendido de ataques frontales. A su vez, al expirar el aire, tensará los músculos del tronco, incluyendo los de la espalda, costados y piernas, para poder recibir ataques desde cualquier flanco.

La visualización del mawashi uke, en su fase final con el doble Shotei, es el de una proyección energética, que lleva consigo una proyección personal hacia un deseo de mejora, además de una canalización de toda la energía liberada.

ESPÍRITU:

A nivel espiritual el practicante pasa de una sensación de alerta (Zanshin) a un estado de satisfacción personal al completar todos los pasos y procesos que le han llevado a ese instante. Es un sentimiento de iluminación (Senshin: Espíritu que trasciende)

SIPR realizando prueba de Sanchin a Senpai S Rolland, Suiza.

PASO 8

Musubi dachi

CUERPO: Regresamos a la posición inicial de Musubi, que supone un equilibrio (de carácter universal) con los ojos abiertos.

MENTE: Mantenemos los ojos abiertos como sensación de alerta (zanshin)

ESPÍRITU: Se produce un sentimiento de satisfacción y relajación positiva que invita a la trascendencia espiritual (Seishin)

PASO 9

Fudo dachi /Yoi

CUERPO: Posición de preparados

MENTE: El practicante vuelve a estar predispuesto a comenzar. Normalmente el kata Sanchin se ejecuta tres veces consecutivas en honor a cada plano (cuerpo, mente y espíritu)

ESPÍRITU: Shoshin. Nuevo comienzo continuo.

Sosai Oyama, mokuso
 

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