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Archivos Mensuales: enero 2020

Carta de Sosai Oyama, 1975

Carta de Sosai Oyama, 1975

Hace unas semanas, durante una conversación con un grupo de budokas uno de ellos observó que la figura de Sosai Oyama estaba cada vez menos presente en las distintas manifestaciones de Kyokushin, como por ejemplo, su imagen en los campeonatos.

Sosai es aún la representación viva del Karate Kyokushin, y su forma de pensar una inspiración para todos nosotros.

Hoy recojo esta carta escrita por Sosai Mas Oyama en 1974, con motivo de la presentación del 1er Torneo Mundial celebrado en 1975.

La fuerza de sus palabras continúa hoy vigente.

Organización Internacional de Karate Kyokushin Kai Kan.

Director Mas. Oyama

El mundo de hoy se enfrenta a numerosas crisis que parecen ser nuestra piedra de toque y desafío para la unidad mundial y un mundo de paz.

Nos enfrentamos a la disminución de los recursos naturales, el desacuerdo desafortunado y desagradable entre países. Norte y Sur, Este y Oeste y la situación crítica de los débiles, pobres y hambrientos. Estas condiciones son universales y requieren que cada hombre haga un esfuerzo personal y serio para crear un mundo mejor. Podemos hacer esto, mediante autodisciplina, dedicación y sincero propósito a través del Karate.

En el pasado, el Karate era conocido generalmente como una de las artes marciales que consistía en técnicas de lucha poderosas y misteriosas. Sin embargo, la creencia oriental es que el Cielo, o Dios, nos proporcionó un cuerpo y habilidades físicas como un medio para nuestra supervivencia y progreso. El principio fundamental del Karate, por lo tanto, es la utilización eficiente de estos movimientos corporales básicos naturales que siempre han existido con nosotros y se usan en todas partes y para todos los propósitos. La habilidad técnica y la habilidad de usar el cuerpo, la mano o el pie como arma se refinó y pulió, y luego incorporó una disciplina espiritual, y ahora se conoce como las Artes Marciales desarmadas del Karate. El Karate adecuado no necesita armas.

El carácter chino 武術 (Bu Jutsu), significa Arte Marcial y consta de dos partes, «Alabarda» (una combinación de lanza y hacha de batalla) y «el derribo de armas», es decir, la represión de las hostilidades. Este concepto de no agresión como una forma de vida, fue considerado por el hombre en la antigüedad, incluso antes de la invención de la escritura china.

Sin embargo, los hombres han continuado luchando entre sí y destruyéndose unos a otros. Todos somos conscientes de adónde nos ha llevado esta agonía, sufrimiento y forma de vida innecesaria. Todos los estudiantes de artes marciales deben ser conscientes de la inmensa tristeza e infelicidad causadas por este conflicto. Debemos aprender a respetar siempre a los demás y abstenernos de la violencia.

La historia de la guerra y la invención y el progreso de las armas modernas han contribuido cada vez más a la lamentable condición que tenemos hoy en el mundo.

En Hiroshima, una bomba atómica mató a 240,000 personas y desde entonces, se han perfeccionado otras bombas que son capaces de mil veces más destrucción y horror.

Cuando pensamos en el significado y las posibles consecuencias de todas estas mejoras en la tecnología y la guerra, solo podemos sentirnos desconcertados y aprensivos. Se ha vuelto absolutamente vital para nosotros, como miembros de la raza humana, abandonar nuestras armas y cultivar un espíritu de amistad y cooperación.

En esta era de energía atómica y armas altamente desarrolladas, el Karate puede parecer pasado de moda, anticuado e incluso visto como un arte marcial «Tigre de papel». El Karate, sin embargo, sigue siendo un arte moderno y poderoso. Cuando se desarrolla paso a paso, a través del entrenamiento diario, el Karate se convierte en una disciplina muy poderosa y una contribución tremenda para nuestra sociedad.

Hoy en día, hombres cada vez más destacados en todo el mundo, han mostrado un mayor deseo de aprender el camino del Karate, en lugar del camino del arma. Se han vuelto críticos de una sociedad llena de violencia y miseria y están recurriendo a la disciplina del Karate en su búsqueda de la paz. Nos hace sentir que estos hombres tienen un profundo amor por la humanidad y un verdadero respeto por la vida humana.

Los seguidores del Karate deberían examinar cuidadosamente la pregunta sobre la lucha del hombre por la existencia. Deberían investigar seriamente e investigar la esencia y el significado de la vida.

Cuando presenté el Karate al mundo occidental, hace veinticinco años, nadie estaba familiarizado con la palabra o principios del Karate. Las personas que asistieron a mis demostraciones me miraron como si estuviera un poco loco. Pero, siempre he creído sinceramente que el camino del Karate es beneficioso para toda la humanidad, por lo que decidí establecer la Organización Internacional de Karate, con la esperanza de poner el Karate a disposición de todos los hombres. Mi sueño más preciado en estos últimos veinticinco años ha sido celebrar algún día un Torneo Mundial de Karate.

A medida que nuestra organización creció y se expandió por todo el mundo, también aparecieron muchos otros tipos de Karate, la mayoría de ellos sin un verdadero espíritu de artes marciales. Y junto con la moda del Karate llegaron los bribones y los charlatanes que se hacían pasar por hombres de Karate, que solo deseaban explotar y engañar a los sinceros amantes del Karate.

Ha sido muy difícil para nosotros, que seguimos sólo el Karate puro, pero nuestro sueño finalmente se ha hecho realidad y ahora celebraremos este Torneo Mundial y demostraremos a todas las naciones, un Karate verdadero y adecuado. No sólo las reglas de nuestro torneo, que se han probado tantas veces, sino también nuestro significado y concepto del Karate Spirit se convertirán en un ejemplo de la capacidad del Hombre para lograr una autodisciplina extraordinaria, fortaleza espiritual y progreso a través del Karate adecuado.

La humanidad no se limita sólo a un mundo de peleas y peleas. Tenemos otro mundo con maravillosas virtudes: entendiéndonos, simpatizando, amándonos y teniendo compasión. Estas virtudes divinas deben usarse para que caminemos de la mano hacia nuestra meta. Con todas nuestras fuerzas, debemos esforzarnos por preservar este hermoso, abundante y fuerte mundo de amistad.

Espero que este Torneo Mundial sea fructífero y sirva como un monumento para la paz mundial y la amistad, y que nuestro espíritu de Karate refleje en todo el mundo, nuestra creencia de que nosotros, que luchamos con las manos vacías, somos los nuevos arquitectos de un nuevo y mejor mundo. ¡Mis amigos!

Nos vemos en la primavera de 1975 en Tokio.

Fuente: Del original en inglés de Kyokushin Karate Davao

 

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I Shin Den Shin

I Shin Den Shin
以心伝心

I Shin Den Shin

Hace unos meses, Sensei Sacha Décosterd, mi querido hermano y compañero marcial, me enseñó esta expresión Zen, que quiere decir:

«De mi espíritu a tu espíritu, de mi corazón a tu corazón»

Este año comenzó con la noticia más dolorosa que se podía escuchar, la desaparición de la joven Kahina, que emprendió el gran camino al que todos estamos avocados, sin duda, mucho antes de lo que nadie se puede creer.

La aceptación de la pérdida nos hace enfrentarnos a la terrible realidad de la ausencia, aunque es mucho más difícil de conseguir cuando se trata de una persona tan joven como Kahina, tan alegre, cariñosa, luchadora y con tanto por hacer en la vida. Con sus ojos siempre llenos de la luz que nacía de su corazón.

Como escribía uno de sus compañeros del dojo KKCG de Suiza: «ojalá me despierte de este mal sueño».

Su marcha nos ha causado un gran dolor a todos los que conocimos a la dulce Kahina, y me hace reflexionar sobre las enseñanzas que nos ha podido dejar en esta partida, y aunque no existan palabras de consuelo, queda la oportunidad de apreciar las pequeñas cosas de la vida y a quienes la componen. Y como ella hacía, nunca dejar pasar de largo un abrazo o un gesto de amistad.

I Shin Den Shin, se entiende como un acuerdo entre lo que la mente piensa y el corazón siente, hacia la persona que recibe este pensamiento. De alguna manera, es hacer tangible un sentimiento de amor. I Shin Den Shin es una creación material a partir de un profundo sentimiento de afecto y empatía.

I Shin Den Shin es lo que quiero enviarle a ella, a su familia, amigos, maestros, compañeros y alumnos.

Kahina, estarás por siempre en nuestro corazón, gracias por haber compartido tanta luz en tan poco tiempo.

osu!

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Publicado por en 7 enero, 2020 en Otros

 

AGATSU: La victoria sobre uno mismo

AGATSU: La victoria sobre uno mismo

Vence a un rival y estarás contento, véncete a ti mismo y serás feliz.

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En las artes marciales existe un concepto ligado a la filosofía propia de la disciplina: AGATSU, que quiere decir «vencer sobre uno mismo».

El maestro Morei Ueshiba, fundador del Aikido, desarrolló el concepto creando la frase

Masakatsu Agatsu Katsuhayabi:

La verdadera victoria es sobre uno mismo, aquí y ahora.

Tal y como él lo planteó, Masakatsu (la verdadera victoria) representa un concepto Masculino (yang) mientras que Agatsu (vencer sobre uno mismo) es un concepto femenino (yin), ambos se integran en Katsuhayabi (el instante presente, aquí y ahora) que supone el nacimiento de todas las técnicas.

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Caligrafía de O Sensei Ueshiba: Masakatsu Agatsu Katsuhayabi

También el filósofo Aristóteles, mentor de Alejandro Magno, quien conquistó el mundo conocido, opinó de la siguiente manera:

«Considero más valiente al que conquista sus propios deseos, que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es sobre uno mismo»

Vivimos en una sociedad áltamente competitiva, las artes marciales no son una excepción dentro de esta mentalidad. Hemos caído en dedicar el entrenamiento a la competición, eliminado técnicas que no sirven para vencer en un torneo, además de virtudes basadas en la cortesía y el respeto. Las ceremonias de saludo se abrevian, se consienten gestos victoristas o de derrota, y olvidamos la filosofía que hizo de las artes marciales orientales la quintaesencia del refinamiento y la perfección de carácter.

Aquello que admiro de los campeones de los torneos, no es el hecho en sí de su victoria, sino su resiliencia. Cada paso que el competidor dio antes de enfrentar ese torneo. Las pequeñas victorias personales de cada día, el esfuerzo en el entrenamiento, los sacrificios personales y sociales… todo con el objetivo de superarse a sí mismo.

La realidad es que las artes marciales, o más bien los practicantes, se han ido dividiendo en dos polos opuestos igual de dañinos. Por una parte los deportistas, y por otra los teóricos, sacrificando el núcleo real y genuínamente guerrero del Budo/Bujutsu.

Los deportistas tienden a desarrollar sus juegos, tan sólo preocupados de aumentar su ego y negando el crecimiento personal y la eficiencia real del combate. Por otra parte los teóricos, llegan a perder el contacto con la realidad, de tal manera, que en ocasiones se preocupan tanto por los desarrollos, que olvidan el sentido real de la práctica, perdiendo incluso capacidades atléticas, vitales para el desempeño.

Un artista marcial debe mantenerse a medio camino entre la práctica y la teoría para ser llamado artista marcial.

Es habitual que durante la juventud, se intensifiquen facetas competitivas, que les ayuden en su propio desarrollo mental y físico, y una vez acabada esa faceta, se comience el camino de la profundidad del arte, apoyado en esa experiencia próxima a la realidad que confiere la etapa competitiva.

No obstante, si durante la primera fase, no se familiariza con las claves profundas del Budo, se dificultará notablemente la segunda etapa.

Lo más recomendable es evitar una formación dirigida a crear deportistas.

Si se forman budokas auténticos, estos revelarán sus habilidades físico-mentales en el ámbito que lo deseen, ya que entenderán el concepto AGATSU, e irán probándose, a través de la práctica, las virtudes de las pequeñas victorias diarias sobre uno mismo, y lo que es más valioso, podrán aplicarlo a cualquier aspecto de su vida, ya que no nos olvidemos: Budo no es exclusivo del dojo, Budo va con la propia vida. Y si no es así… no se engañen, no es Budo.

Budo debe invadir la vida, y devolver con el reflejo de un espejo, la maravilla que supone una vida plena y dedicada.

Budo es agatsu.

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BUDO

Agatsu, se puede traducir literalmente como ¡Yo venzo!

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El gran ronin Miyamoto Musashi, decía:

«No pienses en combatir para vencer. Vence, y después combate»

En el hecho de vencer sobre el «yo de cada día» está el grandioso aprendizaje de superar la frustración.

Frustrarse y superarlo es una virtud. Aprender a curar nuestro ego una vez derrotados, es una de las curas más útiles que podemos aprender. Ambicionar al máximo nuestros deseos y a la vez saber conformarse con lo que uno tiene, es una poderosa armadura para cualquier persona, sobre todo si se valora lo que uno adquiere por sí mismo, situando en primer lugar el conocimiento adquirido en base a la experiencia, por encima incuso del mundo material.

El motivo es porque también podemos traducir AGATSU como: ¡Venzo por mí mismo! lo que supone una doble victoria.

Nuestra victoria sobre nosotros mismos debe trascender nuestra propia vida con el fin de llenarla y darle sentido. Se comprende en este fragmento sobre el Bushido, escrito por Yamamoto Tsunetomo, autor del  famoso manual de conducta samurai, Hagakure:

«Bushido es la aceptación total de la vida, vivir incluso cuando ya no tienes ganas de vivir.

Esto se logra sabiendo morir en cada instante de nuestra vida, viviendo al instante el aquí y el ahora, sumido en el eterno presente, en vez de abandonar el campo de batalla cotidiano.»

¡Sensei! si usted entiende esto, y lo aplica, podrá transmitirlo y salvará a varias generaciones. ¡Hará un mundo mejor!

Y recuerde las palabras de Hernest Hemmingway en El viejo y el mar:

«El Hombre no está hecho para la derrota,

se puede destruir a un Hombre, pero no derrotarlo»

El mejor guerrero no es el que vence, sino el que no se da por vencido: OSU!

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