Hoy he tenido el honor de impartir una clase de técnica de combate de Kyokushin en el club vitoriano de Muay Thai y Thai Boran, Igoro-Talka, por cortesía de su director Don Igor Pacheco, Kru 12° Kan.
He de agradecer la colaboración de los campeones internacionales de Karate Jon Asteasu y Aitor Herrán, así como a todos los asistentes que con su esfuerzo e interés han hecho de estas dos horas un interesante experimento de unificación del combate.
El Kyokushin tiene una deuda original con el Muay Thai, ya que es uno de los artes de combate que influyó notablemente en su creación.
La clase ha tratado de acercar a artistas marciales de distintas escuelas desde el espíritu de camadería del Budo.