No quisiera mostrarme agresivo, ni tan siquiera reivindicativo. Quiero explicar.
Las máximas del Bushido expresan claramente ideas acerca del valor heroico, la justicia, el respeto, la reflexión… y un largo abanico de virtudes adecuadas para un budoka.
Otra virtud es la obediencia, enfocada a respetar la experiencia; que debería contemplar dedicación y reflexión. Sin embargo esta idea se asocia muchas veces a una cesión del pensamiento libre que debería manifestar un budoka en base a su propia visión del mundo.
El respeto es nuestra más importante virtud. Artes Marciales empiezan y concluyen con cortesía (rei) por tanto se cortés en todo momento. Sin embargo para avanzar, en ocasiones debemos transgredir normas tomadas como dogma.
SHUHARI
Este concepto del Budo quiere decir: Copiar, asimilar y crear algo propio.
En el momento que adaptas la técnica a ti mismo, estás transgrediendo el concepto original en base a una evolución del pensamiento y de la escuela.
No hay arte marcial que prospere sin SHUHARI.
En ocasiones no es la técnica la que se modifica, sino la propia filosofía de la escuela.
Según expesaba Sosai Oyama en una carta publicada en la revista Power Karate:
«Kyokushin no es un grupo de dioses o algo por el estilo, por lo tanto existen errores…»
El propio Oyama fue un transgresor en su época, un hombre criticado por sus contemporáneos por defender una forma diferente de Karate y de Budo, alguien que comprendió el concepto SHUHARI.
También dijo en varias ocasiones, como por ejemplo en un famoso discurso que pronunció en 1978:
«Respeto a aquellos que luchan en la vida. Les respeto a todos…»
Pues bien, durante el reciente Campeonato de Europa en el que hemos participado, una de mis competidoras y estudiantes, Sensei Erika Ciudad; por lo que a mi respecta una excelente Budoka con grandes cualidades humanas, realizó un gesto transgresor a la etiqueta en lo que a obediencia se refiere. Seguramente la opinión del lector variará dependiendo de su propia formación, incluso de su nivel en el arte del Kyokushin, cuyos preceptos dicen:
«Observaremos las reglas de la cortesía, respeto a nuestros superiores y nos abstendremos de la violencia»
Pero también:
«Un karateka se pone siempre de parte de la Justicia»
«Un budoka muestra Valor Heroico»
«Un budoka es juez de su propio destino»
Durante la fase de rompimientos (tameshi wari) que se realiza antes de las semifinales, con el fin de discernir el ganador en caso de varios empates reiterados, se hizo llamar al tatami principal a los competidores junior y senior. Cada competidor debe realizar hasta cuatro técnicas diferentes de rompimientos. Al llegar al turno de las mujeres, mientras estas ya estaban colocadas en sus posiciones, la dirección del campeonato anunció que las mujeres no iban a realizar rompimientos, dejando paso a la categoría masculina. Sin mayores explicaciones en ese momento, las competidoras, budokas y atletas entrenadas en las mismas condiciones que los hombres, mostraron su descontento. Algunas comenzaron a salir de la formación, mientras que otras -entre ellas mi estudiante- decidió permanecer firme frente a las tablas que ya había seleccionado. Yo mismo le pedí que debía abandonar el tatami y ella reaccionó con un «OSU!» y tras ello una deliberada técnica de puño con la que hizo añicos aquellas tablas que no debía romper. A continuación se giró, con gran dignidad llegó hasta la escalera del tatami, saludó protocolariamente y se retiró del área.
Esta situación no fue del gusto de algunos oficiales allí presentes, sin embargo provocó el entusiasmo del público y de muchos equipos que ovacionaron este gesto de protesta ante lo que la Sensei consideró una grave discriminación de género.
La organización, muy amablemente, se dirigió a mí mismo como delegado del equipo, para llamarnos al orden y así pudimos dialogar y facilitar las explicaciones oportunas, que fueron aceptadas por ambas partes. Finalmente se decidió que la competidora 108 (era el afortunado dorsal) podía continuar compitendo, y de hecho venció en el campeonato y en su gesto.
Quisiera por tanto agradecer a la federación que comprendiera el significado de esta decisión. Así como al equipo organizador, que realizara el esfuerzo de acercarnos un evento de estas características, con todo el esfuerzo que supone.
No obstante pienso que en un esfuerzo por querer evolucionar hay que recordar que si Rosa Parks no se hubiera quedado sentada en aquel autobús, no está claro que un afroamericano llegara a ser presidente de Estados Unidos, si Gandhi no hubiera hecho una huelga de hambre, India no sería libre… y que otros gestos aun más sencillos, aunque arriesgados son los que nos hacen evolucionar. Son aquellos que se elevan sobre las masas los que cambian opiniones.
Considero que algo que es injusto, es injusto en cualquier circunstancia, y que ante una norma injusta la insumisión es un argumento respetable. Sin malas formas, sin faltar al respeto, sin gritos, al modo de un Budoka.
Como instructor de Erika puedo decir que me siento orgulloso de su determinación, que la apoyo en su reivindicación pues se muy bien que su capacidad está a la altura de la de cualquier hombre, y que su decisión fue tomada en base a años de estudio y reflexión sobre lo que para ella es justo y no. Cuando un experto se opone a una norma, se le debe prestar atención.
Enhorabuena Sensei por elevar tus ojos hacia tus aspiraciones y conseguirlas, bajar tu cabeza con humildad, mantener tu respeto y purificar tu corazón ante lo que consideras que no es justo. Eso es lo que enseñamos en Kyokushin Karate Do y en nuestra World Independent Budo Kai. Yo estoy más orgulloso de tu integridad, que del propio título de Campeona de Europa que tan merecidamente conseguiste, pues campeones hay todos los años, pero es difícil saber ¡cuántas personas justas!
OSU!