Karate. No cabe duda que el sistema de competición de Kyokushin, está dirigido hacia karatekas y por karatekas, por lo tanto las acciones del árbitro han de estar regidas por los códigos y formas propias del Karate Kyokushin. No obstante también debemos informar a un público que no tiene por qué estar iniciado en nuestro lenguaje y gestos, aun y así, también nos debe entender.
En una ocasión un árbitro de la RFEK me preguntó que cómo se podía distinguir a un bombero. Según explicó el conocido maestro, un bombero es el que va vestido de bombero, hace cosas de bombero y se comporta como se le presupone a un bombero, y añadió; lo mismo ha de ocurrir con un árbitro de Karate: Debe ir vestido como un árbitro, hacer cosas de árbitro y comportarse como se le presupone a un árbitro.
En Kyokushin muchas veces los conceptos «presuponibles» o estándares, vuelven a variar en el mundo del arbitraje, dependiendo de la federación, sin embargo, los más generales suelen estar aceptados por la mayoría de los grupos, sin embargo, no siempre se cumplen.
No quisiera entrar directamente a hablar de los árbitros en pantalones vaqueros, o incluso en bermudas… -lo he visto, no es ficción- Quiero hablar sobre el estricto kihon (forma básica) de comportarse de un juez o árbitro de Karate, y aportar alguna idea de la nueva tendencia en el arbitraje mundial.
Todos los experimentados tenemos en la mente los míticos años 70, 80 e incluso 90… en que determinados maestros -podríamos decir pro-hombres del Kyokushin- normalmente japoneses dirigían los combates de nombres también míticos, casi como si ellos mismos estuvieran…. qué digo compitiendo… ¡batallando! como un protagonista más del combate, cerca de los competidores, sintiendo hasta los latidos del corazón.
Se trataba de una forma de arbitraje sumamente personalista, adaptada a aquellos años legendarios en los que los competidores tomaban el centro del tatami y pecho contra pecho, cabeza contra cabeza, ganaban o perdían por pura fuerza de voluntad de forma arrebatada. Y en justa medida el árbitro era un potenciador de este «Kyokushin Spirit», y los jueces unos meros asistentes para justificar uno tras otro los interminables Hiki Wake (empates) El que mandaba era el Sushin (árbitro)
No quiero decir que esto ya no se haga… más bien que… o ya no se debería de hacer, o no es la tendencia de la evolución del Kyokushin internacional.
Desde los años 90, y más en los últimos diez años, empezamos a ver grandes competidores que se movían de forma diferente, que ocupaban todo el tatami y que realizan saltos y piruetas, evitando el contacto físico a quemarropa… y el arbitraje (aunque poco a poco) ha ido evolucionando en esta tendencia. Y cuando no es así, es el propio árbitro el que enturbia el combate, y provoca que los combates se ensucien… si además contamos con la frecuente falta de iniciativa a la hora de dar decisiones, se provoca la fatiga de los competidores y la consiguiente falta de recursos de estos, haciendo menos atractivo el espectáculo, e incluso provocando posibles lesiones en los competidores.
Antes de explicar nada más quiero recordar en orden cuál es la misión de los árbitros, al menos según mi punto de vista:
1-Proteger a los competidores
2-Asegurar el buen resultado
3-Puntuar, amonestar y valorar
4-Dar información
5-Proteger la imagen del Budo
6-Asegurar el espectáculo
Entrando en materia expondré cómo pienso que debe ser o cómo pienso que se hace mejor y por qué:
En cuanto a la postura del sushin:
El árbitro debería estar en una posición erguida -fudo dachi- (deberíamos evitar inclinarnos o posiciones bajas como kiba dachi…) ya que en posición erguida se respira mejor y se atiende mejor a los agentes del combate, a saber:
-Los competidores
-Los jueces
-Los entrenadores
-El juez supremo
El árbitro ha de hacer el esfuerzo de entender que no es el protagonista del combate, ya que este puesto le corresponde a los competidores. Se trata del Arte de estar en segundo plano, y no ser evidente hasta que se le requiera, cuando se debe mostrar claro y firme.
El árbitro ha de ser enérgico tanto en su voz, como en sus gestos, para llamar la atención e informar correctamente a todos sus canales de comunicación.
-Los competidores
-Los jueces
-El juez supremo
-Los entrenadores
-El público
El kihon de arbitraje ha de ser limpio, tales como técnicas de karate -porque somos karatekas- los movimientos realmente han de ser golpes de shuto, shotei, nukite…
Y teniendo en cuenta que Karate comienza y termina con cortesía, el árbitro ha de ser el mayor garante de esta máxima. Una de las formas para hacerlo es ocupándose de las fórmulas de ceremonia con el debido rigor.
El árbitro forma un equipo con los jueces (fukushin) si se bloquea la vista de alguno de ellos, se está eliminando un voto que será necesario. Por lo que se debe arbitrar evitando, en la medida de lo posible, bloquear la visión de los demás.
El árbitro no debe correr por el tatami detrás de los competidores, ya que con una buena posición, en a a penas dos o tres pasos, se puede alcanzar el combate. Un árbitro que corre y realiza gestos innecesarios, es un árbitro que no está lo suficientemente oxigenado como para pensar con claridad y reflejos. El árbitro se debe mover en media luna (en semicírculo, de cara a la mesa principal)
Los Fukushin (o jueces) son los árbitros de esquina, quienes emiten su voto con banderas y silbatos.
Es tradicional en las artes marciales japonesas acompañar voz y gesto, es decir reafirmar las señales con más de un canal de comunicación. Los árbitros hablan a la vez que mueven sus brazos, los jueces mueven sus banderas y pitan con sus silbatos, con excepción de cuando marcan técnicas en las que expresan que no ha sucedido nada, en ese caso, no se debe de pitar, ya que el silbato debería llamar la atención.
Los jueces deben sentarse erguidos, con la espalda en 90 grados respecto a las piernas, y a su vez las piernas dobladas en otro ángulo de 90 grados, con los pies bien apoyados en el suelo, ya que si se acomodan demasiado, llega la distracción, y con la distracción la falta de criterio.
A este efecto recomiendo a los árbitros y jueces que se hidraten con frecuencia y que roten de puesto para no cansarse.
Los gestos de los jueces con las banderas, deben ser enérgicos y precisos, como si se manipulara un arma de kobudo, y no se deben hacer gestos que no vayan dirigidos a dar una información clara a:
-El árbitro
-Los competidores
-Los entrenadores
-El juez supremo
-El público
Por supuesto cada árbitro y juez, debe preocuparse de ser garante de la etiqueta del Budo, de no sobrepasar con su rostro la acción del combate, de mantenerse sereno e imparcial y de valorar el esfuerzo de los competidores.
Por último, y aunque este post podría ser mucho más extenso, quiero recordar algo que es común en casi todas las federaciones, y sin embargo no todo el mundo lo tiene en cuenta, por raro que le parezca al lector, diría… Estudien… o al menos lean la normativa del campeonato antes de arbitrar… y si son de ese extenso grupo que no lo hace, tenga en cuenta que dar empate continuamente provoca que no siempre gane el mejor, además de lesiones en los competidores, aun y así le ayudaré en este post:
Si no hay puntuación o penalización en contra, gana el que se mejor en los siguientes aspectos:
1º- Daños causados
2º-Eficacia de las técnicas
3º-Táctica, técnica, iniciativa, «espíritu de combate»
4º Número de técnicas (que impacten)
Y tan sólo si son iguales en todos los puntos se da hiki wake (empate)
Si siguen estas directrices estarán contribuyendo notablemente a la protección personal de los competidores.