«Las Artes Marciales empiezan y terminan con cortesía, por tanto sé cortés en todo momento» (Sosai Mas Oyama)
Kyokushin Karate es una escuela moderna de Karate Do basada en los ideales y filosofía tradicionales del Bushido japonés. Al entrenar y estudiar en esta disciplina aceptamos que las formas de cortesía japonesas son superiores, y por tanto las aplicamos a nuestro entrenamiento con el fin de desarrollar nuestro carácter cortés y amistoso.
Kyokushin Karate ha sabido sobrevivir en el nuevo siglo evolucionando con los propios luchadores y adaptándose a cuantos caminos ha emprendido, aplicando en el sistema deportivo (Knock Down) nuevas estrategias y técnicas, que hacen de este sistema un Arte vivo y en constante evolución.
Sin embargo, al evolucionar nuestro arte a nivel técnico, Kyokushin trata de no perder las tradiciones que, por otra parte, hacen de nuestra escuela un Arte Marcial identificable y con idiosincrasia propia. En este orden hablamos del saludo.
La combinación de la evolución sistemática y puntera junto con la conservación de las más antiguas y profundas tradiciones es algo propio del carácter japonés. Kyokushin Karate, aun teniendo una visión internacional desde su creación, es no obstante, un Arte Marcial japonés. De hecho su primer nombre fue Nihon Karate Do (Karate Do japonés).
La costumbre del saludo inclinado, además de ser un hecho identificable en la cultura japonesa, es un profundo acto de reverencia en la cultura occidental. Según nuestro espíritu de cortesía, debemos respetar profundamente nuestro lugar de entreno, a nuestros instructores, compañeros y adversarios, por ello es lógico pensar que, seamos o no seamos asiáticos, debemos inclinarnos para reverenciar con cortesía todos los anteriores sujetos propios de la vida del Kyokushin.
Por otra parte, Kyokushin Karate, según su creador (Sosai Mas Oyama) toma un saludo particularmente peculiar, que viene de la tradición de algunas escuelas chinas, y que practicamente todas las variantes del arte de Oyama han adoptado posteriormente, esto es, una inclinación de unos 20º al frente con los puños cruzados por delante del pecho y desplegándolos hacia fuera y abajo.
En los últimos años, sin embargo, y sobretodo en occidente, hemos ido variando esta tradición en muchos dojos, realizando el cruce de los puños por delante del pecho, pero obviando la parte más importante del saludo, la inclinación 20º al frente.
Durante el 1er Campeonato del Mundo de la Kyokushin World Union (KWU) celebrado en octubre de 2013, Fuku Kancho Hiroshige (8º dan, vicepresidente de Kyokushin-kan, y jefe de árbitros de KWU) insistió permanentemente en la importancia de la reverencia en el espíritu cortés de las Artes Marciales y en la necesidad de que árbitros y entrenadores fuéramos ejemplos de este hecho para no desvirtuar el arte de cara a los competidores y estudiantes.
En estos últimos años, en los que, como digo, se ha desvirtuado el saludo tradicional, se ha sustituido sin advertirlo por una posición de kamae, esto es, una posición ofensiva también propia del Kyokushin, ya que cuando el instructor da la orden de Yoi! (preparados) los estudiantes cruzan las manos por delante, como en el saludo, pero no se inclinan. Por tanto cuando se saluda sin inclinación, la sensación es la de decir «Buenas tardes! y a continuación adoptar una posición de ataque»
Kyokushin Karate supone una cultura internacional basada en el Bushido japonés (en el camino del guerrero) si perdemos nuestras tradiciones (Kihon, Kata, rei…) podremos decir que realizamos un sistema de combate, sin embargo no se tratará de un Arte Marcial, y por tanto tampoco le podremos llamar Kyokushin.
Sensei Iván Pérez Robles