El Soji, debe ser tomado como una ceremonia de respeto y compañerismo. Se trata de limpiar el lugar que se va a usar y el lugar que se ha usado.
Durante el pasado campeonato del mundo de Fútbol, Japón volvió a sorprender al mundo con la actitud de lo animadores, que como viene siendo habitual, recogen el estadio tras acabar el encuentro. Esta costumbre, afortunadamente, ha sido también adoptada por otras selecciones, como la de Senegal. Sin embargo, una vez más Japón ha ido más allá, saltando a todos los diarios de prensa internacional, cuando los sorprendidos organizadores rusos, contemplaron estupefactos que los jugadores nipones habían limpiado los vestuarios, y colocado un cartel en ruso con la palabra «gracias».
Esto quedaría en anécdota si no fuera porque además, Japón había perdido contra la selección de Bélgica por 3-2, tras haber estado casi todo el partido por encima de los belgas. Lejos de alimentar su frustración por la derrota en los últimos minutos del encuentro, los japoneses no quemaron el estadio, ni destrozaron las instalaciones, ni tan siquiera robaron las toallas… es decir, otro mundo es posible.
En artes marciales una costumbre aceptada es la ceremonia SOJI (掃除)se refiere a la obligación de los practicantes de limpiar el dojo (lugar de práctica) antes y después de cada entrenamiento.
El respeto a las instalaciones, humildad del trabajo y solidaridad con los compañeros, aceptando esta actividad como algo normal mejora al individuo y hace que vivamos en un lugar mejor.