Respondiendo a la realidad internacional del Kyokushin, España es un puzzle de organizaciones independientes, con sus propios grados, sus propios títulos, sus propias actividades, sus propios técnicos, sus propios cursos y campeonatos… y por encima de todo, con algo en común, un potencial enorme en los practicantes que atesoran campeonatos internacionales allá por donde van y con técnicos muy cualificados, reconocidos en todo el mundo… menos en las instituciones oficiales de España, al menos como técnicos de Kyokushin propiamente dicho.
Por otro lado el Kyokushin español tiene otro gran handicap, que en ocasiones lastra el progreso de los competidores y que viene derivado normalmente del ámbito internacional de cada organización, se trata del generalizado deficiente nivel de arbitraje.
Un árbitro debe estar al mismo nivel, o superior que los competidores a los que arbitra.
Los árbitros de Kyokushin, como norma general, son practicantes de Karate que, aunque posean titulaciones obtenidas en cursos internacionales, realizan una labor amateur y desinteresada, sin un seguimiento, ni una retroalimentación de su labor.
Ellos mismos se pagan su uniforme, su viaje y normalmente sus dietas –independientemente de la duración del campeonato- trabajan sin ningún reconocimiento, sufren la tensión de su actividad y además se exponen a la crítica, sin que ésta responda a una interacción profesional y seria, con un supervisor dedicado a ello que elabore un informe de su actividad, y que posteriormente le sea entregado para poder aumentar sus capacidades y habilidades como juez.
Desde hace varios años vengo observando con gran emoción un deseo de cooperación entre los distintos grupos por parte de los practicantes de Kyokushin a escalas nacionales e internacionales.
España ha realizado ya dos esfuerzos conjuntos entre diversas organizaciones, creando campeonatos unificados bajo la denominación Gran Nacional.
Además, cada vez se ve un mayor trasvase de competidores, técnicos y árbitros que acuden a otras organizaciones para competir o realizar sus labores correspondientes. Esta experiencia está demostrando ser altamente enriquecedora y está promoviendo interesantes contactos a muy variados niveles, desde relaciones interpersonales, hasta trabajos conjuntos de las organizaciones.
Se han vivido también dos experiencias de promoción de competidores de los distintos grupos en grandes eventos internacionales, el campeonato del Mundo de la Kyokushin World Union, en Bulgaria y el Campeonato de Europa de la All Japan Kyokushin Union, celebrado en España.
Sin embargo aun, los técnicos y oficiales debemos dar un paso más, puesto que tenemos que movernos con los intereses de quien verdaderamente impulsa el karate Kyokushin, sus practicantes.
Debemos velar por sus intereses y conocer sus objetivos. Parece claro, que la unión definitiva del Kyokushin y su reconocimiento oficial es un objetivo común para la mayoría de aquellos que se dedican a esta practica. Por ello, sacrificando los intereses individuales de las diferentes organizaciones, si queremos realmente progresar y hacer progresar a los karatekas españoles, debemos crear estructuras comunes de funcionamiento y regulación, y durante esta elaboración, ser lo más transparentes y claros con las personas que pagan sus cuotas y sudan diariamente su karategi.
Siguiendo otros modelos internacionales, antes de crear una nueva asociación, que podría terminar como algo parcial o inacabado, con los mismos errores que los demás grupos ya existentes, se debería crear solidamente y como un paso previo, un COLEGIO INDEPENDIENTE DE ARBITRAJE NACIONAL.
Esta idea, según mi opinión, debería desarrollarse teniendo en cuenta las sensibilidades de los árbitros de las distintas organizaciones nacionales y siendo legitimado por todos los grupos.
Es posible que en primera instancia no sea capaz de recepcionar los suficientes árbitros como para completar un equipo arbitral potente que atienda a las necesidades de un gran campeonato, pero sí podría formar un grupo de árbitros reconocidos por todos los practicantes. Un equipo que pueda asistir a los campeonatos nacionales unificados o a los campeonatos nacionales de los diferentes grupos, con el objetivo de asesorar y cumplir con la función de supervisores de cada equipo arbitral, con el fin de emitir un informe basado en una normativa común, que sea entregado a los distintos árbitros del campeonato para poder mejorar y cumplir con el objetivo de tener árbitros y jueces que se encuentren al mismo nivel que nuestros grandes competidores.
Este Colegio Nacional de Arbitraje debe estar dirigido por una comisión aceptada por todos los grupos, que se vaya renovando en el tiempo y que realmente esté implicada dentro de la organización de campeonatos y cursos de formación de arbitraje.
Para este punto, los distintos líderes grupales, deben ceder parcelas de poder a esta comisión para que se les permita implicarse en los distintos cursos nacionales de formación de arbitraje.
La credibilidad es el punto esencial para establecer relaciones de confianza con personas e instituciones.
Es el tiempo de cumplir nuestro compromiso con Sosai Oyama, nuestros maestros y nuestros alumnos y hacer resurgir el Kyokushin.
Se lo debemos. Un mundo, un Kyokushin.
Osu!
Sensei Iván Pérez Robles
Representante Nacional WIBK Spain
KXF World Referee Manager
Árbitro WIBK, KWF, KWU, KXF, IKO, RFEK